Ahora que el baluarte de La Trinidad ha cobrado actualidad tras su reciente obra de recuperación, la Asociación Cívica Ciudad de Badajoz ha lanzado una propuesta para dar mayor visibilidad al cinturón defensivo de los siglos XVII y XVIII y seguir rescatando el patrimonio, en este caso perdido parcialmente por las sucesivas mutilaciones que sufrió la muralla abaluartada de la ciudad con su expansión desde finales del siglo XIX. Este colectivo propone la reconstrucción del lienzo desde el baluarte de la Trinidad hasta el de Santa María, en la calle Rivillas, como recrea la imagen superior que acompaña esta información.

La Asociación Cívica apunta que en esta zona la muralla abaluartada «se encuentra abierta, mutilada, creando una interrupción que hace que el recinto pierda totalmente su continuidad». Es por ello que defiende la reintegración completa del lienzo entre ambos baluartes. Además, sugiere que esta reconstrucción se lleve a cabo conciliando la recuperación con el paso del tráfico, para lo cual habrá que dejar un hueco que permitiese el trasiego de personas y de vehículos, «pero compatibilizándolo con la pasarela de sustentación del adarve, que será la que dará continuación tanto física como visualmente a las defensas».

Las primeras brechas en el recinto amurallado de la ciudad se realizaron en 1931, continuaron en la década de los 40 y alcanzaron verdadera importancia entre 1955 y 1965, cuando se llegaron a perder lienzos completos, incluidos los que unían los baluartes de la Trinidad y Santa María. Según los datos de la Cívica, la brecha en este tramo puede tener una longitud de unos 20 metros, más otros 36 más próximos al baluarte de Trinidad donde la muralla se conserva pero con poca altura, y habría que subirla.

En cuanto a la forma de reconstruir el lienzo, este colectivo cita como ejemplo a imitar los 140 metros de muralla reconstruida en la localidad vecina de Olivenza, donde se ha realizado una restauración «sin utilizar materiales estridentes ni realizar acciones visualmente agresivas contra el conjunto». La Cívica defiende que se diferencie la obra nueva de la antigua «para que dentro de cuatro siglos un historiador pueda saber qué se hizo antes o después».

Coincidiendo con la propuesta de actuación en este tramo desaparecido, esta asociación solicita que todas las intervenciones en la muralla abaluartada de la ciudad se realicen conformes a un plan director «que dirija y establezca las líneas maestras y directrices de cualquier actuación en la misma con criterios de unidad y evitando ocurrencias puntuales de proyectos aislados sin relación con el resto del conjunto del cual forman parte». Así, solicita que los materiales que se empleen sean los tradicionales «y que la Administración deje de lado algunos ya pasados de moda y dañinos para el patrimonio como el acero corten o el hormigón», como ha ocurrido, recuerda, en la obra del baluarte de Trinidad.