TEtl alboroto de estos días, en relación con nuestra alcazaba, posee unos tintes sospechosos y, por mucho que las asociaciones llamadas independientes protesten y declaren estar al margen de las luchas políticas, no me lo acabo de creer. Alguien parece interesado en desprestigiar a la Administración central, a la autonómica o a ambas. ¿Por qué será? No hay más que observar a los que hablan, y el modo de hacerlo, y a los que callan.

En definitiva, el problema es simple. Han llegado las vacas flacas, nadie tiene un duro y todos tratan, después de tanto tiempo, de hacer creer que son los demás quienes no cumplen. Claro. Pero, si no hay dinero para acometer el plan general de rehabilitación y lo hay --y no poco--, venga de donde venga, para restaurar una parte muy importante --más de la mitad-- del recinto amurallado, pues que se haga. Da igual que sean galgos o podencos. Lo importante, y no debieran olvidarlo los supuestos defensores de las esencias, no es, ahora, saber quién tiene razón o quién juega de farol, sino conservar la alcazaba. Eso es lo urgente.

El ayuntamiento dice tener el dinero reservado; será verdad. El ministerio no sabe no contesta, pero fondos no tiene, y la Junta parece haber recuperado aquel proyecto rechazado --o ha esperado con astucia--. Da igual que vaya a pagarlo uno u otro. Más bien pienso, no tengo la certeza, que sea Cultura quien haya vendido ese proyecto, lo financie o no, y con él haya impuesto al estudio de arquitectura que viene monopolizando, quien sabe por qué, todo lo referido a la vieja ciudadela andalusí. Pues muy bien. Que se haga pronto y bien.

Y déjense de peleas. Si no hay dinero, no hay dinero. No usen a independientes y a incautos para que les libren una batalla cuando ustedes no tienen autoridad moral para hacerlo. Ninguna de las dos administraciones locales es culpable de la falta de fondos. Sí de la desidia de no haberse preocupado antes de la alcazaba, de haber menospreciado a Badajoz. Aunque, justo es decirlo, menos la Junta que el ayuntamiento. Lo único serio que se ha hecho allí es obra de la Junta y si cometió errores, que lo hizo, fue por encargarse de algo que la corporación municipal actual --¿cuantos años lleva?-- debiera haber ejecutado, por derecho y dignidad. Lo demás son ganas de enredar. Y, hablo como arqueólogo, tal y como veo las cosas, mejor restauren el recinto y ¡Virgencita que me quede como estoy!