El Servicio Municipal de Limpieza probó ayer en una parte de la fachada de la catedral, la que da hacia la calle San Blas, un nuevo producto que elimina las pintadas y grafitos. Se trata de un gel "inocuo para la pared y para los operarios, que adquirirá el servicio", según confirmó el concejal de Limpieza, Antonio Avila.

En una de las pintadas se aplicó el gel, se dejó actuar unos minutos y tras frotar con un cepillo y agua a presión, ésta despareció. La demostración sirvió para comprobar que "éste es un método menos agresivo que los que se vienen utilizando". Hasta ahora se eliminaban las pintadas con chorros de agua y arena.

El concejal lamentó que se sigan pintando las paredes de la ciudad. "Eliminar las pintadas de El Vivero nos llevó más de quince días", señaló.