Juegos infantiles oxidados, restos de fogatas, malas hierbas que crecen incluso entre el pavimento, las paredes y las arquetas, y un antiguo almacén que los toxicómanos utilizan para consumir droga. Esto es lo que queda del parque del Padre Eugenio, situado entre las barriadas del Gurugú, El Progreso y Santa Engracia, después de siete años sin mantenimiento, según denunció ayer el portavoz municipal socialista, Ricardo Cabezas, quien visitó este espacio para exigir al equipo de gobierno que lo recupere y lo ponga a disposición de los vecinos.

Acompañado por un numeroso grupo de residentes de estas tres barriadas, Cabezas criticó que el PP «malgaste» el dinero en actuaciones como el carril bici de Sinforiano Madroñero y que repare los desperfectos que causan los vándalos en otras calles y plazas de la ciudad, mientras que justifica que este parque no se mantiene porque ya se hizo una inversión y se destrozó. Para el portavoz socialista no hay «excusa» para que a los vecinos de estos tres barrios se les prive de este espacio verde, que bien poco tiene que ver con el ejemplo de la persona que le da nombre, pues el padre Eugenio «simboliza la lucha por lograr una mayor calidad de vida en esta zona al norte de las vías del tren. El PSOE trasladará la situación a Sanidad y a la policía local por su «insalubridad».

Los vecinos se quejaron que de la maleza salen bichos de todo tipo que entran en sus casas y denunciaron que las malas hierbas arden «cada verano». «Es una vergüenza que venga alguien a visitarte y vea esto», lamentó una vecina del Gurugú.

Cabezas planteó que se recupere con trabajadores de las barriadas a través del nuevo Plan de Empleo Social o con otro tipo de proyecto de formación y empleo. Algunos vecinos incluso sugirieron contratar ellos mismos a una empresa y «pasar la factura» al ayuntamiento para adecentar una zona que ha caído en el olvido de la administración.