El grupo municipal socialista defenderá a través de una moción la puesta en marcha de un plan integral de actuaciones en las barriadas, como ya reclamó hace casi un año en la junta rectora del Instituto Municipal de Servicios Sociales, pero no se ha cumplido, según recordó ayer el portavoz, Ricardo Cabezas. Hoy precisamente está anunciada la visita al ayuntamiento del consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles, que presentará con el alcalde, Francisco Javier Fragoso, la implantación de programas en barrios desfavorecidos y pobreza infantil.

Los socialistas denuncian el panorama de barriadas como Suerte de Saavedra, el Gurugú, Los Colorines, Las Moreras, Santa Engracia, Luneta y Cerro de Reyes «donde la falta de oportunidades es una constante y nadie hace nada». Cabezas se refirió a problemas relacionados con la pobreza, también la infantil, el absentismo escolar, el desempleo de larga duración, la delincuencia y la marginación. En su opinión, todas las medidas que se ponen en marcha son «programitas, proyectitos, simples parcheos» y por eso reclamó que las tres administraciones: ayuntamiento, Junta y Delegación del Gobierno en Extremadura, «se sienten y trabajen de forma coordinada» para mejorar esta situación que afecta a «miles de pacenses».

Cabezas señaló además que las medidas que se vayan a adoptar «no se pueden diseñar desde los despachos, con aire acondicionado o calefacción, sino saliendo a la calle y hablando con los colectivos» para conocer la situación real y adoptar actuaciones que favorezcan a los niños en edad escolar, a los jóvenes, las mujeres, los parados de larga duración y los mayores, abarcando áreas como la educación, la sanidad, la seguridad y el empleo. El portavoz socialista no mencionó soluciones concretas, porque señaló que esa es la tarea del equipo de gobierno. «Yo no voy a hacer el trabajo del PP, lo tiene que hacer Fragoso y el equipo de gobierno».

Cabezas se mostró especialmente sensibilizado al mencionar problemas cotidianos que sufre gente que él conoce bien, pues sus padres viven en el Gurugú, donde dijo que los vecinos hacen cola a la puerta de la casa familiar cuando acude a comer, para transmitirle sus problemas. «Ya no puedo ir porque se me cae la cara de vergüenza», se lamentó.

Con el alcalde fue muy crítico al denunciar la «desidia» en la que se encuentra el ayuntamiento y que «el PP y Fragoso se ríen de la oposición y de nuestros votantes un día sí y otro también». Recordó que hace cuatro meses pidieron el acta sobre los cobros indebidos en Al-Mossassa que aún no han recibido; un año ha transcurrido desde que se interesaron por el uso del antiguo Ifeba como sede de colectivos sociales, el mismo tiempo que ha pasado desde que se aprobó el Reglamento de Régimen Interno a propuesta de su grupo, como tampoco se les ha entregado el grado de ejecución de los presupuestos y han pasado ya más de 10 años desde el anuncio de una piscina para la margen derecha.