Badajoz cuenta con el 20% de la población gitana extremeña, 3.000 personas cuyas asociaciones trabajan por cerrar la brecha en igualdad y lo hacen reivindicando «educación, empleo y vivienda, como todo el mundo», manifestó Manuela Salazar, presidenta de la Asociación de Mujeres Romí Calí. Lo hizo tras colgar la bandera calé en el balcón del ayuntamiento, con la concejala del Instituto de Servicios Sociales, Rosario Gómez de la Peña.

«La crisis ha hecho daño a todo el mundo, pero la población gitana, con menos formación, ha tenido y tiene menos posibilidades para acceder a un empleo, por eso es tan importante la educación», afirmó Salazar.

Tras el acto ante el ayuntamiento, De la Peña reconoció la labor «de asociaciones y colectivos como Secretariado Gitano o la federación Fagex», con especial incidencia en asociaciones de mujeres. Valoró que «ya hay jóvenes con titulación superior, que son una referencia para los demás», y el proyecto de la Junta de que dos promotores educativos hagan de intermediarios entre los colegios y las familias. El fin es reducir el absentismo escolar --63% frente al 22% de media--, como indicó el consejero de Políticas Soiciales, José María Vergeles, que asistió a la Ceremonia del Río.

Dicha ceremonia consiste en una ofrenda de flores, ya tradicional, pero que ayer se desarrolló en el muelle del embarcadero del parque de la margen derecha del río, arrojando pétalos de flores al cauce del Guadiana, en homenaje a los antepasados y a las víctimas del holocausto nazi.

Fue en el parque del río donde intervinieron la presidenta de Romí Cali, las autoridades y donde la joven Rosa Escolar interpretó al violín ‘Gelem Gelem’, el himno gitano, y después varias composiciones. También se impartió un taller infantil.

Vergeles defendió el conocimiento de la historia y la culturas gitanas por parte de toda la sociedad, «para una integración efectiva con mayores cotas de igualdad y justicia social», ante el hecho de que «3 de 4 gitanos siguen en situación vulnerable o de exclusión», dijo.