En los últimos tres años se han ido fundiendo poco a poco las luces del puente Real, sin que en este tiempo las administraciones local y regional hayan logrado poner luz en el tira y afloja que han protagonizado para determinar quién tiene que reponer las bombillas. El puente fue sumiéndose en la más profunda oscuridad, tan negra como las relaciones entre el ayuntamiento y la Consejería de Infraestructuras. Y así hubiera continuado si el gobierno municipal no hubiese decidido actuar por su cuenta y pasar luego el gasto a la Junta.

Dicho y hecho. El miércoles el alcalde firmó el decreto para iluminar el puente "por el procedimiento de emergencia" y el concejal Alejandro Ramírez del Molino anunció que lo haría la empresa Elecnor. Antes de las nueve de la mañana de ayer ya había una cuadrilla colocando conos en el puente para empezar a sustituir las luminarias. Al caer la noche, ocurrió el milagro y se encendieron las luces centrales de la calzada y la mayor parte de las aceras. Los focos ornamentales siguen apagados, porque el ayuntamiento solo asume lo que afecta al riesgo para peatones y conductores.

Todavía era consejera de Fomento María Antonia Trujillo cuando en diciembre del 2003, en declaraciones a este diario, ya reclamó al ayuntamiento que se ocupase de los tres puentes. Pero Ramírez del Molino contestó que ni hablar, porque la propietaria es la Junta y ya entonces se quejaba del problema de alumbrado del puente Real. En abril del 2005 el alcalde se sentó con el consejero de Infraestructuras, Luis Millán Vázquez, para hablar del asunto. A la salida destacaron la buena "sintonía", pero nada firmado. En noviembre, el consejero llegó a supeditar nuevas obras al traspaso de su mantenimiento, pero el alcalde no cedió. En noviembre del 2006 Celdrán visitó a Ibarra y parecía que hubo un acercamiento, porque acordaron repartir responsabilidades. No fue así. Quedaron en hacer un estudio sobre el estado de los puentes y a la hora de volver a sentarse, no lograron definir qué compete a cada parte. Ninguno da por rotas las negociaciones, pero nadie avanza. Poner a punto este puente ya cuesta más de 1,1 millones.