La labor en materia de seguridad del puesto policial de Caya ha mejorado con el tiempo, tanto en sus funciones de vigilancia, como de control y de comunicación y transferencia de información entre ambos países. Pero un acuerdo entre gobiernos ha provocado un cambio cualitativo que ha generado confusión en los cuerpos policiales afectados en materia laboral, que la Jefatura Superior de Policía intenta resolver.

Desde ese puesto de Caya, los cuerpos policiales --Cuerpo Nacional de Policía (CNP), Guardia Civil y los portugueses--, realizan 75 controles aleatorios al año, en las entradas de las ciudades y en vías de comunicación, sobre todo en la autovía A-5. También actúa de enlace en la entrega de más de un centenar de reclusos que se trasladan de prisiones extremeñas y del resto de España a Portugal y viceversa, según el jefe superior de Policía de Extremadura, Angel Galán.

La Comisaría Conjunta de Caya, creada a raíz del acuerdo de Schengen del 1985 --relativo a supresión de controles fronterizos para facilitar la libre circulación de ciudadanos europeos--, dejó de existir como tal. Fue así por un acuerdo entre España y Portugal sobre cooperación transfronteriza en materia policial y aduanera publicado en marzo del 2008. Y se sustituyó por el denominado Centro de Coordinación Policial y Aduanera (CCPA), para Caya y para los otros siete pasos fronterizos del país con Portugal y Francia.

ORDEN DEL JEFE SUPERIOR Ese cambio ha producido cierto desajuste en cuanto al destino de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que realizaban sus funciones en Caya, al que Angel Galán ha puesto fin con una orden del 25 de enero pasado. En ella se asignan los destinos de 15 de los 20 agentes, expertos en asuntos de extranjeros y fronteras, que realizaban su labor en la antigua comisaría conjunta. Dicha orden traslada de forma oficial al inspector jefe, inspectores, subinspectores y agentes afectados a la Brigada de Extranjería, con las mismas funciones.

Fuentes del Sindicato Unificado de Policía (SUP) consultadas por este diario expresaron preocupación por "la descoordinación entre la secretaría de Estado y la jefatura superior". Y por "la reducción de efectivos en unos momentos en que España ostenta la presidencia de la Unión Europea y que se conoce la presencia de etarras en Portugal".

Angel Galán, preguntado al efecto, explicó que "la comisaría conjunta ya no existe, lo que hay es un CCPA que tienen una estructura distinta". Y en cuanto a seguridad, se mantienen "las medidas dispuestas por la presidencia europea, que se solapan con las habituales por el terrorismo".

El CCPA cuenta "con el mismo personal que antes, pero en vez de ser todos agentes del CNP, hay también de la Guardia Civil y Aduanas". La parte portuguesa cuenta con la GNR, Policía de Seguridad, Servicio de Extranjeros, Policía Judicial y agentes de Aduanas e Impuestos.

Antes, el jefe de la comisaría conjunta ºpr parte española era un inspector de policía; ahora es un teniente de la Guardia Civil y el puesto rotará cada tres años. Pero el centro como tal, ya no depende de la Jefatura Superior, sino de un coordinador general, un coronel de la Guardia Civil, que solo responde ante el ministerio.

Los 15 agentes del CNP que ya no están en Caya, explicó Galán, han pasado a la Brigada de Extranjería con las mismas funciones, dado que son expertos en el tema "y en lo operativo no ha cambiado nada". Solo en el organigrama, de ahí que dictara la citada orden para dar forma oficial al cambio hasta que se reforme el catálogo de puestos de trabajo (RPT), pues en el actual aún figura la comisaría conjunta.

Las funciones del centro de Caya son favorecer la cooperación transfronteriza en materia policial y aduanera. También prevenir y reprimir la comisión de delitos, especialmente de inmigración ilegal, tráfico de personas, de drogas y armas; además de recogida e intercambio de información, vigilancia y coordinación de medidas conjuntas de patrullaje.