La parroquia de San Roque ha inaugurado un año más su rastrillo solidario para recaudar fondos con destino a Ruanda. Hasta el próximo 31 de diciembre, el salón parroquial será escaparate y punto de venta de artesanía ruandesa, artículos confeccionados por el aula de mayores, el Centro de Promoción de la Mujer y los grupos infantiles y productos donados por empresas de la barriada. El rastrillo abre de cinco a ocho de la tarde, salvo los domingos, que se podrá visitar de doce a dos de la tarde.

El próximo domingo, día 14, también se celebrará el tradicional festival de villancicos, la barbacoa solidaria y la tómbola infantil, cuya recaudación se sumará al dinero obtenido con el rastrillo.

Todos los fondos recabados, según explicó ayer el párroco de San Roque, Luis Romero, se invertirán en la creación de una cooperativa de mujeres que se dedicará a la siembra de alimentos nutrientes en Nybinoni, una zona montañosa de Ruanda con un elevado porcentaje de desnutrición infantil. Además, se impartirá formación a las madres sobre nutrición y se pondrá en marcha un comedor. También, como cada año, se concederán una treintena de becas de estudio (con 250 euros un niño puede estudiar interno durante un curso completo).