Los reclusos del centro penitenciaria de Badajoz tendrán calefacción el próximo invierno tras la instalación de las dos calderas y la colocación de nuevos radiadores, que sustituyen a las antiguas instalaciones, que estaban dando problemas los últimos inviernos. De hecho el sistema ya dejó de funcionar el pasado invierno, cuando hubo semanas en las que se soportaron bajísimas temperaturas, y hubo que colocar calefactores y sistemas provisionales, hasta que definitivamente la Dirección General de Instituciones Penitenciarias aprobó el presupuesto para su mejora.

En estos momentos se está procediendo a la instalación, según ha confirmado el director del centro, Carmelo Charfolé. El plazo de ejecución es de dos meses y medio, con lo que debería funcionar cuando bajen las temperaturas.

De momento la calefacción sólo se va a instalar en las zonas comunes, ubicadas en la planta baja de seis de los módulos, en los despachos de funcionarios, despachos médicos, aulas de formación, talleres ocupacionales, comedores y las salas de estar. Las únicas celdas que contarán con calefacción son las 18 existentes en el módulo de enfermería. En cuanto al resto de las celdas, Charfolé concretó que en estos momentos se está elaborando el proyecto, que se enviará a la dirección general.

20 AÑOS Estas nuevas calderas y radiadores sustituyen a las antiguas, que datan de hace más de 20 años, los mismos que tiene la cárcel de Badajoz, inaugurada en 1984. El director de la cárcel comentó que las viejas instalaciones estaban dando problemas por el deterioro normal de todo el tiempo en el que han estado funcionando. De cualquier modo, Charfolé señaló que en Badajoz tampoco hace demasiado frío, como mucho tres meses, aunque el invierno pasado las temperaturas bajaron más de lo normal y hubo que colocar radiadores suplementarios para paliar la situación.

La inversión final de Instituciones Penitenciarias supera los 130.000 euros, pues sobre el proyecto inicial hubo que aprobar un reformado. En total se colocarán alrededor de 250 radiadores. Al tratarse de una prisión la instalación tiene la particularidad de que los radiadores tienen que ser empotrados, no colgados en ganchos como se hace normalmente, como medida de seguridad.

El problema del centro penitenciario pacense es que las instalaciones tienen muchos años y todo lo que se arregla "son parches sobre parches", según se expresaba ayer Diego Márquez, presidente autonómico del sector de prisiones en el sindicato CSI-CSIF, quien comentaba que la sustitución de la calefacción era una prioridad en la cárcel de Badajoz. Según señala esta central, la obra está siendo supervisada por un técnico superior de Prevención de Riesgos laborales.

En el país existen todavía cárceles que carecen de calefacción, aunque suelen ser las más antiguas, salvo las ubicadas en lugares donde el clima es más extremo, como la cárcel de Ocaña (Toledo). Los nuevos edificios, que se han ido construyendo después de la de Badajoz, ya incorporan estas prestaciones.

TECHO DE CHAPA Márquez señaló que este centro penitenciario no presenta graves deficiencias materiales, salvo las normales en unas instalaciones tan antigua "que están obsoletas". Una vez resuelto el problema de la calefacción, el responsable de CSI-CSIF apunta al problema del techo de la prisión, que es de chapa con lo que en algunas estancias se alcanzan fácilmente los 50º en determinadas fechas estivales. Sin embargo Márquez sabe que es difícil poner solución. También el mobiliario es una deficiencia de la que se quejan.