El Colegio de Podólogos recuerda que los pies son una de las partes del cuerpo que más se resienten en Semana Santa, por ello ofrece una serie de consejos como no permanecer demasiado tiempo de pie; evitar zapatos apretados o flojos, que sean de cordones y con tacón de no más de 4 centímetros; calcetines cómodos; hidratar y nutrir la piel con crema que contenga urea. Tras la procesión convienen baños de contraste, jabones suaves, secar bien el pies y se aparecen ampollas, ir al podólogo a revisión personal.