La recuperación de la iglesia de Santa Catalina para convertirla en un centro cultural está a punto de comenzar. Así lo anunció ayer el alcalde, Francisco Javier Fragoso, quien compareció para informar de que en unos días se adjudicará esta obra, que llega cuatro años después de que el ayuntamiento adquiriese el edificio. El presupuesto base de licitación se estableció en algo más 1.168.000 euros y Fragoso apuntó ayer que se contratará por una cantidad que ronda los 920.000 euros.

Los trabajos se licitaron el pasado mes de junio y 15 empresas presentaron ofertas. Según dijo Fragoso, las bajas desproporcionadas de algunas de las propuestas ha obligado a exigir nueva documentación que ha dilatado el proceso, a lo que se suma que en los meses de octubre y noviembre la mesa de contratación estuviese dedicada casi en exclusiva a los proyectos del Plan de Impulso a la Economía Local.

Cuando se compró este edificio, situado frente al Museo de la Ciudad Luis de Morales, y anexo a la Concejalía de Cultura, ya se actuó sobre la cubierta y los lucernarios para evitar la entrada de agua y frenar así su deterioro. Para poner en valor el resto del inmueble se requerían más fondos, que finalmente llegaron del 1,5% Cultural que concede el Ministerio de Fomento, que concedió 800.000 euros. El resto hasta completar el presupuesto lo aporta el ayuntamiento.

La antigua iglesia del siglo XVI, que ocuparon los Jesuitas cuando las monjas del primitivo convento se trasladaron a otro edificio, pasó a tener uso civil en el siglo XIX, cuando albergó dependencias militares. En el siglo XX incluso llegó a ser una fábrica de materiales de construcción. Esto no favoreció la conservación de sus elementos originales, especialmente los abundantes frescos y esgrafiados que decoraban sus paredes y bóvedas.

Será precisamente en la recuperación de estas pinturas en la que se centre gran parte del proyecto de rehabilitación que ahora se llevará a cabo, que permitirá también consolidar su estructura, devolver la fachada a su estado original y comunicar el edificio con el de la Concejalía de Cultura. Ahora, presenta manchas, desconchones, fisuras y grietas, además de vegetación en los paramentos.

Fragoso destacó que en esta actuación tendrán un peso muy importante los trabajos arqueológicos y confió en que puedan aparecer elementos de valor, «aunque haya que cambiar medio proyecto», dijo.

El edificio, de dos plantas, se convertirá en un espacio polivalente, que pueda servir de apoyo al Museo de la Ciudad en sus exposiciones temporales, así como albergar actos, completando así «una manzana de uso cultural en pleno corazón del Casco Antiguo», según remarcó el alcalde, que estimó que los trabajos estarán acabados a finales de este mismo año.

Fragoso destacó la importancia de esta actuación en favor de la recuperación del patrimonio de la ciudad que, recordó, llega justo después de que se haya concluido la rehabilitación del baluarte de Trinidad. El siguiente proyecto será la recuperación de la puerta del Capitel, que confió en que pueda comenzar «pronto», cumpliéndose así uno de los compromisos de la Junta con la ciudad.