Badajoz afronta una nueva polémica y es por el proyecto de recuperación de la margen derecha del Guadiana en su tramo urbano, que lleva ya tres años durmiendo el sueño de los ¿justos? y pendiente de financiación. Sin embargo, la delegada del Gobierno, Carmen Pereira, manifestó la pasada semana a este diario que depende solo de que el ayuntamiento ponga el 25% que le corresponde de los 30 millones que cuesta. Fue el alcalde Celdrán quien recordó el retraso culpando al Gobierno, a lo que respondió Pereira que atacaba a todos para esconder su ineficacia y falta de voluntad para realizar ese proyecto. Y admitió que si el consistorio pone su parte las obras podrían iniciarse el año próximo, pues la CHG dispone de fondos para ello. Celdrán reconoció que no tiene ese 25% y esperaba resultados de su gestión con el expresidente Ibarra para que el Gobierno asumiera el coste total. Parece que el alcalde no ha buscado financiación y/o ayudas alternativas; tampoco el Gobierno trata igual a Badajoz que a Mérida, en este caso. Al final los vecinos ven cómo les toman el pelo al no ponerse de acuerdo las administraciones que deben resolver problemas, no crearlos.