La Consejería de Cultura iniciará en febrero próximo la primera rehabilitación de las fachadas del convento de las Adoratrices, un edificio singular que se encuentra en un entorno privilegiado, como es la plaza de San José, junto a la plaza Alta y la Alcazaba, y que albergó la sede episcopal en la Edad Media. Así lo confirmaron ayer a este diario fuentes de dicha consejería, que señalaron que la adjudicación de la obra se hará este mes.

Asimismo, esas fuentes justificaron el retraso por la necesidad de realizar algunos cambios en el proyecto original, que presentó hace un año el entonces consejero de Cultura y hoy portavoz del grupo municipal socialista, Francisco Muñoz.

El proyecto es obra del arquitecto pacense Jaime Olivera y pretende la recuperación y reposición de los elementos constructivos y ornamentales de la fachada neogótica que define el paisaje urbano, que además contiene elementos de la cultura islámica, y es un edificio fundamental de ese enclave histórico de Badajoz, la plaza de San José.

Los trabajos debían haber comenzado en abril del año pasado, pero según las citadas fuentes se ha producido un retraso de diez meses debido a que se han tenido que realizar algunos cambios en el proyecto inicial. El plazo de ejecución previsto es de seis meses. El objetivo es reponer la imagen original del templo que ha sufrido modificaciones a lo largo del tiempo, con todos sus elementos, algunos de los cuales se tendrán que rehacer con moldes que se saquen de los elementos existentes.

PRIMERA FASE Asimismo, en esta primera fase se hará una limpieza integral con tratamiento de huecos y reposición de revocos. De este modo se repondrán molduras y relieves ornamentales y cresterías de las fachadas, de las que la principal, orientada a poniente, es la más castigada por las inclemencias del tiempo.

En las fases siguientes se abordarán las partes del conventual, en la segunda, y de la zona docente, en la tercera.

Por otro lado, el retablo mayor de la Catedral Metropolitana de Badajoz, barroco del siglo XVIII y obra de Ginés López y de Manuel de los Reyes, ya está realizado, con un coste de 235.000 euros, de los que Caja Badajoz aportó 180.000, pero no se recepcionará hasta que se terminen los trabajos de restauración de la herrería del coro, el tejado y la colección de tapices para mostrarlos al público.