Las rejillas de protección que se colocaron en la base de los árboles que adornan la plaza de España se encuentran dobladas y deformadas por el peso de los coches que aparcan en el lugar, pese a estar prohibido estacionar. En una de ellas ni siquiera queda árbol, la rejilla se encuentra doblada y fuera de su sitio, sólo queda el hueco.