TAtunque este verano ha sido uno de los más cortos para muchos políticos, lo cierto es que el Día de Extremadura marca el inicio del nuevo curso político en la región. Y en las agendas, el paro y la crisis económica siguen siendo las anotaciones más importantes que resolver. Sin embargo en Badajoz hay prevista una cita política de gran calado para los intereses de los pacenses. Es la reunión entre el alcalde de la ciudad Miguel Celdrán y el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara . Un encuentro anunciado por el propio alcalde para la primera quincena de septiembre.

En esta ocasión el objetivo de la reunión será, según ha dicho Celdrán, aclarar la titularidad de las carreteras de Cáceres y de Valverde, para saber definitivamente quién tiene que mantener la importante inversión en jardines y plantas que en ellas se realizó y que vergonzosamente se están dejando secar.

No es la primera vez que ambos mandatarios se reúnen para resolver problemas que se dilatan en el tiempo y que necesitan de su intervención ante la imposibilidad de entendimiento por parte de otros responsables tanto del Ayuntamiento como de la Junta.

Y los resultados de anteriores reuniones nos permiten ser optimistas. Es evidente que Vara y Celdrán, se entienden. Los dos conocen las dificultades y los sinsabores de gobernar y ambos tienen el suficiente carisma y poder dentro de sus propios partidos, como para decidir situaciones probablemente más complejas que el riego de jardines.

El año pasado se --cogieron del brazo-- para ir a ver la ministra Elena Espinosa y desbloquear las obras de la margen derecha del río Guadiana a su paso por la ciudad. Fue tras una reunión entre Celdrán y Vara cuando se decidió como se realizaría la famosa y casi ya olvidada Ronda Sur. Los ciudadanos se reconcilian con la política cuando comprueban que los que nos gobiernan son capaces de llegar a acuerdos por el bien de una ciudad, una región o un país.