Las obras para la renovación de la red de saneamiento en la barriada de Llera, que afecta a once calles, concluirán en mes y medio. Así lo dijo ayer el alcalde, Miguel Celdrán, quien visitó la zona acompañado por el concejal de Aguas, Francisco Javier Fragoso, el jefe de Inspección de Aguas, Juan José Gómez, y responsables de la empresa Aqualia, que ejecuta los trabajos desde febrero.

Esta actuación era muy esperada por los vecinos del barrio por los problemas de inundaciones y filtraciones de aguas fecales en viviendas y calles por la falta de capacidad de los colectores para absorber el aumento de caudal debido al crecimiento demográfico y urbanístico del barrio (con unos 2.400 vecinos ahora).

Celdrán señaló que esta situación hizo que el equipo de gobierno incluyera esta obra en el Plan Director de Saneamiento con un presupuesto de 2,1 millones de euros (la segunda más importante en cuantía tras la de San Roque) para acabar definitivamente con estos problemas.

Los trabajos consisten en la sustitución de los colectores de 300 milímetros por otros de PVC de 500, 600 y 800 milímetros, así como la instalación de más de 130 nuevos imbornales (ya hay colocados 60), la renovación de acometidas domiciliarias y 60 pozos de registro (de hormigón para evitar el robo de las tapas).

Esta actuación implica también la renovación de la calzada, aceras, reposición de la jardinería y la señalización de pasos de peatones en todos los cruces de las calles afectadas por las obras. En total, 1.100 metros cuadrados, de los ya se ha actuado en más de 700.

En estos momentos se han ejecutado las obras en las calles con más problemas (Gütemberg, Newton...), mientras que las calles El Cerezo y El Aromo están en ejecución y solo está pendiente iniciar los trabajos la carretera de Olivenza.

Sobre la construcción de la depuradora del Corazón de Jesús, Fragoso señaló que están a la espera de que la Junta autorice la ocupación urgente de los terrenos para comenzar la obra. "Esperemos que en un mes se empiece", confió.