Badajoz es el municipio con mayor población de Extremadura y el que tiene menor tasa de plazas públicas en residencias para personas mayores, un tercio menos que la media regional de 3,6 camas por mil habitantes, lo que ha generado una larga lista de espera, en cuantía y en tiempo. Este hecho evidente desde hace años ha llevado al Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (Sepad) a promover una actuación en el único centro geriátrico que tiene en la capital pacense, el de La Granadilla, incorporado a la Estrategia de Economía Verde y Circular en cuanto a mejora de la eficiencia energética.

La decisión si bien no es nueva respecto a la ampliación pues ya se anunció en 2016, viene cuando se ha descartado aprovechar el edificio del antiguo hospital provincial para este uso, además de los ya conocidos y otros posibles, y cuando se ha desechado la idea de construir una nueva residencia pública en la ciudad, que solo cuenta con las 180 plazas de esta residencia, al margen de las concertadas con centros privados.

El Sepad de la Consejería de Sanidad y Políticas Sociales señala en un informe su objetivo de potenciar sus recursos asistenciales con la ampliación de la residencia y aprovechar la inversión, de unos seis millones en total hasta 2019, para mejorar el centro actual en espacio y en recursos humanos y equipamientos.

Así, se hará un edificio que se conectará con el actual -de 9.839 metros cuadrados- en la parcela existente de 25.067 metros, aprovechando tanto las zonas comunes como el jardín. La ampliación será de 2.348,5 metros cuadrados.

El proyecto se hará conforme a las directrices y tipología previstas en la ordenación de la zona, con cubiertas planas y protegiéndose de la vista la maquinaria mediante cerramientos traslúcidos ligeros; acabados exteriores «con fachada ventilada en piedra, composites o cerámicas, muros cortina o prefabricados de hormigón; prohibiéndose lenguajes nostálgicos con elementos recargados, balaustrados, apilastrados, así como acabados en mortero o ladrillo vista».

La Junta anunció que la licitación de la redacción del proyecto se hará antes de final de año para sacar a concurso las obras, para que comiencen en el segundo semestre de 2918 y que estén terminadas al final de 2019.

Según el Sepad, «la disponibilidad de nuevas camas asistenciales y la adaptación de las actuales permitirá ofrecer una mejor atención a personas con mayor número de enfermedades crónicas y sin una red de apoyo que puede proveer cuidados» en el municipio.

Además, la adaptación de los espacios «se hace necesaria por la antigüedad de las instalaciones actuales», pues el edificio es de los años 70 y fue definido para personas mayores cuya elección era vivir con otras personas de su misma edad, para mejorar su tiempo de ocio. La atención a enfermedades crónicas y situaciones de dependencia no estaban contempladas. Y por tanto, es necesario disponer de recursos especializados para demencias degenerativas y aumentar la cobertura de plazas para personas en situación de dependencia.

La Junta pretende aumentar las camas para dependientes, pasando de las 112 plazas para válidos y 68 para asistidos a contar en la residencia, con la ampliación, con cien más hasta las 280, con servicios para dependencia avanzada, autónomos, demencia degenerativa primaria y centro de día para demencias.