Desde el año 2008 se esta notando una "subida bestial" del número de emigrantes extremeños que retornan a la provincia pacense, y al resto de la región, tras haber tenido que salir de su tierra en busca de trabajo. Así lo ha manifestado a este diario Antonia Carmona, presidenta de la Asociación de Emigrantes Retornados (AER) de Badajoz.

El efecto regreso, se detecta sobre todo entre aquellas personas que partieron en busca de una vida mejor fuera de España en los años 60 y 70, que vuelven ya jubilados, pero no solo y no todos. "El 90% de las personas a las que atendemos son pensionistas", dice Carmona. Y es "ahora cuando más nos necesitan, cuando se ponen enfermos, pero además, es que no hay mejor sitio para pasar la jubilación".

Eran hombres jóvenes del campo, sin estudios, que se marchaban solos y algunos con más suerte, casados. Y tras pasar casi medio siglo en otro país, al llegar se encuentran "con que el suyo no ha evolucionado todo lo que debiera", según la presidenta de AER.

"Cuando vuelves te sientes extranjero en tu propio país", dice, pero regresan "por morriña y porque aquí tienen mayor poder adquisitivo". También retornan las segundas generaciones de esos primeros emigrantes --que ahora tienen 40 años-- en buscan de trabajo y se traen consigo a sus hijos.

La mayor parte de los emigrantes de Badajoz se fueron de forma masiva a Alemania (40%), Francia (20%) o Suiza (20%), seguidos de Bélgica, Holanda y Sudamérica (10%). Dentro de España emigraban a Madrid y Barcelona. "El pacense, el extremeño, menos a la luna, se ha ido a todas partes", señaló.

Antonia Carmona habla desde la experiencia, tras vivir en Alemania hasta comenzar la carrera. Ahora, a sus 44 años, preside la AER de Badajoz, que lleva una década ayudando a los que quieran volver, a buscar trabajo --gracias a convenios con distintas empresas-- y aconsejando a los jóvenes universitarios que emprenden un viaje formativo al extranjero.

Las funciones de este colectivo es facilitar las relaciones con las administraciones de los otros países, la adaptación, informar, traducir documentos y aplicar las nuevas leyes de los distintos países para que el emigrante disfrute sus derechos.

"Hay mucha gente que no sabe que tiene derecho a cobrar la pensión del país de procedencia en el nuestro, piensan que todos los países son iguales que este", aseguró Carmona. Y añadió que "España es el país que peor pensiones tiene, las más bajas y que más exigen". Al Gobierno le sugiere "que no copie lo malo, que copie lo bueno".

Los cuatro trabajadores y dos voluntarios de la asociación atendieron el año pasado a 2.000 personas en Badajoz, unas 3.500 de toda la región, cifra ya superada cuando aún faltan cuatro meses para terminar el año. La AER recibe 33.640 euros de la Junta de Extremadura.