Los que siempre hemos pensado que no sólo de palomitas vive el hombre estamos tristes. La sala oscura ha quedado totalmente ensombrecida. Los Multicines Avenida han cerrado. Opinar sobre las causas es complejo. La ausencia de público por supuesto que es fundamental pero hay que saber qué falló para corregir, y sobre todo hay que procurar que este reducto de paz entre la marabunta visual no quede en el olvido.

El cine hay que tratarlo como bien cultural y en estos momentos que la salud educacional de nuestros jóvenes está en entredicho, que desaparezca de nuestras pantallas es grave. El tipo de cine que mostraban estas salas, de distribución pequeña pero de gran contenido, no puede faltar de la ciudad de Badajoz si quiere mirar al futuro. El cine de calidad no es aburrido, sólo diferente. Y es la diferencia lo que une. Ver las cosas de forma distinta educa, y todos sabemos que la educación es cultura. El siglo XX nos ha dado una de las manifestaciones artísticas más grandes de la humanidad, no podemos ignorarla, sería antinatural. Pensar en la continuidad de estas salas es una necesidad, su desaparición un retroceso.

*Director Programación Cine Club.