Los Reyes Magos quisieron hacer ayer un ensayo para estar preparados para la cabalgata e, invitados por Correos, se reunieron con 300 niños del colegio Enrique Segura Covarsí y de la guardería Niño Jesús en la oficina que la empresa postal tiene en Valdepasillas.

Los pequeños, muchos vestidos de pastores, aguardaron pacientemente a sus majestades de Oriente cantando villancicos y con sus cartas en la mano. No obstante, a pesar de que llegaron con algunos minutos de retraso, los recibieron entre aplausos. En el acto se aprovechó para hacer un alegato en contra de los juguetes bélicos, por eso muchos de los escolares llevaban dibujos de tanques y espadas pintados con una cruz encima. Otros pedían a los Reyes Magos en sus cartas que trajesen "paz" y no pistolas.

Manuel, de 5 años, llevaba una larga lista de peticiones para Melchor, Gaspar y Baltasar. Un Spiderman , un barco rescate, un Transformer ..."y lo más importante y que le gusta al niño Jesús: paz y amor para todos", escribió en su carta.

"Queremos que los niños tengan estas navidades juguetes que desarrollen su imaginación, creatividad y que potencien actitudes positivas de comunicación con los demás, por eso se nos ocurrió añadir a las cartas de los Reyes que no queremos pistolas ni tanques", explicó Santiago Fernández, director del Enrique Segura Covarsí.

Nadie esperaba carbón ayer y todos confiaban en que los reyes se portarán bien el próximo 6 de enero. Los que aún no saben escribir llevaban en sus cartas recortes de revista con los juguetes que querían. Isabel, de 5 años, pedía para ella y, de paso, para su hermana Teresa, de 3. "Yo quiero una cámara de fotos, y para mi hermana una cocinita", contó.

De momento, ayer recibieron un coche de Correos. "Es la primera vez que organizamos la actividad en esta oficina y tenemos mucha ilusión", afirmó el director de la sucursal número 3, Manuel Domínguez, quien aprovechó para recordar que esta no es la única campaña infantil que desarrolla la empresa postal, ya que vende productos de Unicef.

Además de encontrarse con Melchor, Gaspar y Baltasar, los escolares colgaron sus deseos en un gran mural. Se podía leer de todo: "quiero un gato negro"; "que aparezcan los dinosaurios"; "comida para los niños pobres" o "quiero un millón de dinero".

Tras dejar su mensaje y recoger su regalos, los pequeños se entretuvieron con los juegos preparados por los animadores socioculturales. Ya estaban tranquilos y seguros de que sus cartas habían llegado a manos de los Reyes Magos.