El enfado del equipo de gobierno es mayúsculo con los aficionados al vandalismo en los parques públicos de la ciudad. El último robo ha tenido lugar en el parque Diego de Badajoz, en San Fernando. No se ha cumplido un mes desde su reinauguración, tras las obras de mejora, cuando a alguien se le ha ocurrido el gesto de recortar un cuadrante casi perfecto, de más de cuatro metros cuadrados, del césped artificial colocado, como novedad, en el suelo de los juegos infantiles. La superficie justa para cubrir una terracita. Tanto el alcalde, Francisco Javier Fragoso, como el concejal de Infraestructuras, Jesús Coslado, han expresado su contrariedad a través de las redes sociales. Este último calificó lo sucedido de «auténtica vergüenza» e hizo un llamamiento a la colaboración ciudadana para intentar localizar al autor o autores.

El concejal de Parques y Jardines, Antonio Ávila, reconoció ayer que se quedó «de piedra» cuando comprobó lo ocurrido. Aunque ya nada le sorprende. En los parterres de Puerta Pilar sembraron 30 rosales y ya sólo queda uno. En el paseo de José Pérez Jiménez han reparado tres veces en un mes un aparato infantil. En la rotonda de la ermita de San Roque han robado cinco veces el césped artificial y otras tres en glorieta la del la estación de Renfe, junto al nuevo puente.