El robo de vehículos se ha reducido un 60% en el primer trimestre del año con respecto al mismo periodo del 2007, cuando se contabilizaron 127 sustracciones de este tipo frente a las 51 registradas desde enero, según los datos facilitados ayer por Juan Carlos Durán, inspector del grupo V de la Policía Judicial.

Este descenso se debe al plan preventivo que ha llevado a cabo la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional tras detectar "un repunte", principalmente en el robo de ciclomotores, intensificando los controles en puntos céntricos de la ciudad "en los que era más difícil la huida y gracias a ese control se ha reducido el porcentaje de sustracciones", valoró Durán.

El ciclomotor es el tipo de vehículo que más se sustrae. El año pasado, a la semana se denunciaban una media de cuatro robos de ciclomotores, de los que se recuperaban tres. A esta media, según Durán, también se le puede aplicar ese descenso que han experimentado estos delitos en el primer trimestre del 2008. El inspector de la Policía Judicial explicó que este tipo de vehículos se suele robar para "coger piezas sueltas", pues quienes los roban saben que hay elementos "como el motor o el bastidor que tienen un número que los identifica".

En este sentido, añadió que la mayoría de las veces se trata de hurtos cometidos por menores con el objetivo de tunear sus motos o por toxicómanos que usan las motos para desplazarse a puntos donde se vende droga. Las zonas de ocio o que sirven de punto de encuentro habitual para jóvenes son los lugares donde más ciclomotores se sustraen.

En el caso de los robos de turismos, menos habituales, suele hacerse para cometer un delito o para desplazamientos también relacionados con el consumo de drogas. En ambas circunstancias, los coches aparecen después abandonados.

Los vehículos recuperados se trasladan a la Jefatura Superior de la Policía Nacional, donde se mantienen un tiempo prudencial hasta que se localiza a su dueño. No obstante, en el caso de los ciclomotores, en muchas ocasiones son los mismos propietarios los que se desentienden de sus vehículos por el estado que presentan y finalmente se destruyen o se subastan.