"Ha sido una mala fortuna". Con esta frase describió ayer el concejal de Urbanismo, Celestino Rodolfo, lo ocurrido el fin de semana en el centro de bricolage Habitacle. Rodolfo aseguró que ha sido "una coincidencia" que la policía local fuese el pasado viernes y solo tres días después el ayuntamiento haya concedido la licencia de apertura porque, según manifestó, solo faltaba un informe (el de control y disciplina urbanística) para que se la pudieran otorgar. Explicó que la tramitación ha sido "de cierta complejidad" porque Habitacle tuvo que presentar un estudio de detalle debido a que cuando se construyó la nave no respetaron las alineaciones y tenían que legalizar la situación.

El concejal expresó reiteradamente que "lamenta" lo ocurrido, pero al mismo tiempo señaló que solo ha sido un fin de semana el tiempo en que las instalaciones de este negocio han estado cerradas. "Habitacle es una firma de prestigio que además da trabajo a un número de personas y lamento el quebranto que hayamos podido producirle", recalcó.

El que sí está verdaderamente disgustado es el empresario. Juan Enrique Ossorio se dirigió ayer a este diario para criticar el "exceso de celo" con el que la policía local ha actuado con su establecimiento pues desde el 27 de marzo tienen firmado por el alcalde la aprobación definitiva del estudio de detalle y tres meses después no habían notificado aún la licencia de apertura a la policía local. Ossorio manifestó el daño que se ha producido a su negocio, no sólo económico (más de 40.000 euros por cerrar la tarde del viernes, el sábado y la mañana del lunes) sino "la mala imagen" que se ha podido crear.