Parece que la noticia del sabotaje, o presunto sabotaje, del parque móvil de limpieza aclara algunas cosas sobre el problema de la higiene de Badajoz. Porque si, a lo que parece --no quiero hacer juicios precipitados, porque el asunto anda entre jueces--, un antiguo empleado se ha dedicado a estropear vehículos eso explicaría que casi todos los camiones se averiasen en el mismo momento y no pudieran retirarse los residuos sólidos urbanos no sé si uno o varios días. O sea, está claro que la suciedad durante las fechas en que tuvo lugar el hecho de autos sólo es imputable, aparentemente, a un delito. Me quedo casi tranquilo, aunque, claro está, repruebe la acción. Sólo me hago la misma pregunta que alguien de la corporación: ¿A quién beneficia eso?

Sin embargo, el problema de la limpieza de la ciudad no se limita a la recogida de unos días, ni a la aspersión de aceite por acción, fortuita, de un ingenio mecánico. No. El problema es otro. La costra urbana es un problema de incuria, de dejadez, o, siendo menos mordaz, de falta de capacidad de reacción, de lentitud --uno de los males endémicos de esta población--, de falta de imaginación y de reflejos. Porque, sin quererlo --o no--, lo explicó el concejal del ramo con donosura: los vehículos se averían porque tenemos el material que tenemos. De eso deduzco que, saboteado o no, el material mecánico de limpiezas ya era una auténtica castaña antes del sabotaje y habrá sido objeto de una acción delictiva, pero sólo anticipó una defunción anunciada con un asesinato algo prematuro.

Pero, me sigue preocupando la pregunta, ¿a quién beneficia eso? Pues no lo sé, pero, en primera instancia, al ayuntamiento. Así puede escurrir el bulto. Pío, pío, que yo no he sido. Pues miren, no. Deploro todo lo sucedido, pero la falta de higiene urbana de Badajoz no es obra de un hecho aislado. Es una acumulación de negligencias. Esta es una, pero el problema es anterior y mucho me temo que posterior y, además, rebasa con mucho la categoría de mero accidente. Y no critico por maldad. La suciedad también la sufro yo y el ayuntamiento también administra algunos de mis impuestos.