José Blanco Avecilla es el cabeza visible de la penúltima generación de una saga centenaria de barberos-peluqueros. Su establecimiento, en el número 51 de la avenida Carolina Coronado, permanece hoy tal y como lo montó su abuelo, quien lo cogió en traspaso por 10 pesetas. Fue la primera barbería que se abrió en la Estación, como dicen Diego Barrena y Emilio Vázquez en sus libros Barriada de la Estación y Cañada de recuerdos , respectivamente.

Casado y padre de tres hijos, habla de su trabajo como quien cuida un oficio valioso, en términos como "arreglar el arco del cuello", o "la patilla bien hecha", como lo aprendió de su abuelo, sus tíos y su padre, pues ser "barbero más que peluquero", le viene tanto por parte de padre como de madre.

José Blanco retomó la profesión a raíz de que su padre sufriera una trombosis y ante la solicitud de sus clientes, algunos de años "y de toda la vida, de hecho he mantenido los abonados hasta que murió el último en 1999, Manuel Hermosa", a quien mantuvo la iguala. Explica que su barbería "es la última que queda, hasta hace un tiempo había otra en San Andrés, que cerró. Pero mi hijo sabe, lo hace muy bien, aunque no se dedica a ello". De hecho, se esfuerza en diferenciar lo que es una barbería de caballeros de una peluquería.

A la entrada del establecimiento, hay un cartel en el que cuenta los clientes que el 10 de enero de este año se cumplieron 100 años de la apertura del local e invita a tomar unos caramelos. En este ambiente de conmemoración se enteró, por una carta el 23 de abril pasado, de que el dueño del local, que él tiene en alquiler, lo había vendido el 6 de junio del 2003 y no le había avisado. La nueva propiedad, Atalaya del Guadiana, le comunicó que estaba en precario y se puso en marcha para resolver la situación, de la que prefiere no hablar por estar subjúdice.

Avecilla no tiene intención de abandonar su actividad y está recibiendo las felicitaciones y solidaridad de sus vecinos, pues su establecimiento es uno de los cuatro que conforman el inmueble que está en el Registro como una vivienda y en Catastro como cuatro locales en 1966.