La comunidad salesiana llegó a Badajoz en 1968. Entonces la barriada de María Auxiliadora era aún la periferia de la ciudad y sobre unos terrenos donados a la congregación por las hijas de Ramón Izquierdo, que da nombre al colegio, los Salesianos levantaron su centro educativo que, inicialmente, iba a ser de formación profesional, pero las circunstancias y las necesidades de la zona en la que se ubicaba esta primera idea se desechó.

También en sus comienzos, parte de las aulas fueron cedidas a la Universidad de Extremadura, para que sus alumnos realizaran las prácticas de Laboratorio.

En el 2018, el centro cumplirá su 50 aniversario convertido en uno de los más demandados de la ciudad, lo que supone para sus responsables un "orgullo", pues ven en esta circunstancia un reconocimiento a la labor educativa que llevan realizando durante este casi medio siglo. "Es algo que suele ocurrir en todos los sitios donde estamos presentes. Creo que la base está en los fuertes lazos y vínculos afectivos que a lo largo de los años se han entablado entre los propios compañeros y también entre los profesores y salesianos con los alumnos, lo que hace que muchos de ellos quieran escolarizar a sus hijos en el que tiempo atrás fue su colegio", explica Diego Aguilera, director del centro pacense.

A ello añade la amplia trayectoria en el campo de la educación de la congregación, fundada hace 150 años por Don Bosco y actualmente con presencia en más de 130 países. "Son muchos años trabajando en este campo y siendo capaces también de dar respuesta en función de los cambios y las distintas épocas", añade.

En la actualidad, en este centro cursan sus estudios más de un millar de alumnos, desde los 3 hasta los 18 años. En Infantil y Primaria cuenta con dos líneas, mientras que en Secundaria y Bachillerato son tres las que hay por curso. Entre profesores, miembros de la comunidad salesiana y personal de administración, la plantilla de trabajadores se eleva hasta 75.

Pese al paso de los años, la pedagogía de Don Bosco, fundador de los Salesianos, sigue vigente y la esencia de su ideario se mantiene tanto en las aulas como fuera de ellas. "La palabra clave es la formación integral, es decir, no solamente ayudar a que el alumno desarrolle una serie de capacidades a nivel intelectual, sino por nuestro propio ideario católico, ayudarle a preguntar, madurar y reflexionar sobre lo que él puede hacer en la sociedad y lo que Dios le puede pedir dentro de las distintas tareas que puede desarrollar a nivel social", apunta Diego Aguilera.

Por eso, en el colegio, además de la labor académica, se ofrecen a alumnos y familias otras actividades. Así, funciona un centro juvenil denominado En clave, a través del que se llevan a cabo juegos y actividades de ocio y tiempo libre, "siempre con tintes educativos y evangelizadores", explica el director. Hay sala de juegos, se desarrollan yincanas y actividades deportivas para transmitir los valores salesianos: "la alegría, la cercanía o la disponibilidad".

Además, existe el Club Familia Don Bosco, constituido por antiguos alumnos de Badajoz y Puebla de la Calzada con el objetivo de que fuera un punto de encuentro, convivencia y ocio para toda la familia salesiana. "Así los niños pueden ver el colegio como algo más allá de lo que es estrictamente académico, como su segunda casa, que es como a nosotros nos gusta definirlo".

Otro orgullo de los Salesianos es su Club Deportivo Don Bosco, con 521 alumnos en las distintas categorías y que el año pasado representaron a Badajoz en Primera División Nacional en Fútbol, destaca Martín Moreno, subdirector de Secundaria.

También con la parroquia de María Auxiliadora existen estrechos lazos de colaboración, así como con el barrio. "Es muy dinámica. Además de las eucaristías, tenemos catequesis para los alumnos del colegio y otros niños del barrio y los grupos del postcomunión, con cerca de 400 chicos".

Uno de los momentos más importantes y "especiales" que se ha vivido en el colegio en los últimos años fue la visita en septiembre del 2012 de las reliquias de Don Bosco. "Fue un momento especial donde los haya", recuerda Martín Moreno, que además de docente es exalumno. En el 2015 se cumplen los 200 años del nacimiento del fundador de los Salesianos y ha preparado un amplio programa de actividades para conmemorar la efeméride, que se inauguró ayer con el pregón a cargo de alumnos y una cita musical coincidiendo con la festividad de Santa Cecilia.

Además, en febrero se representará un musical en el teatro López de Ayala, se celebrará una carrera popular de carácter benéfico el 15 de marzo y se organizará un espectáculo de ilusionismo, ya que Don Bosco es patrón de la magia y el circo. "Este curso todas las actividades tendrán un tono más festivo, porque durante los tres años anteriores se han estado tratando distintos aspectos de la vida de Don Bosco: su historia, su pedagogía y su espiritualidad".

Sobre los retos del colegio para el futuro, su director asegura que su máximo objetivo es saber responder a las necesidades de los jóvenes y seguir apostando por la innovación educativa, aunque siempre teniendo presente el ideario de Don Bosco, "que continúa estando vigente en el siglo XXI, porque aunque no fue pedagogo de estudio, pero sí ha sido estudiado por muchos pedagogos que han descubierto un auténtico método educativo en su forma de trabajar con los jóvenes".