Tras más de una década, la demanda de la comunidad educativa del instituto San Fernando de Badajoz de que todo su alumnado se reagrupe en un único centro será atendida. La Consejería de Educación invertirá 1,8 millones de euros en las obras necesarias para que el edificio principal pueda acoger a los más de 200 alumnos del primer ciclo de Secundaria que ahora reciben clases en otro inmueble situado a unos 500 metros. La redacción del proyecto y la dirección de obras ya se han sacado a licitación por 75.000 euros y están pendientes de adjudicación en estos momentos.

La actuación, que la propia consejería reconoce como «muy necesaria», contempla la construcción de un nuevo edificio de 1.800 metros cuadrados, en los que se habilitarán ocho aulas de Secundaria y cuatro de desdoble, así como un gimnasio. Además, se reformarán diferentes espacios para dotar de unidad al centro ya ampliado y se adecuarán algunas instalaciones, como la sala de calderas.

Debido a la «particularidad» del recinto del instituto San Fernando, el nuevo edificio se levantará en perpendicular con la fachada del actual inmueble, con el que estará conectado y se hará un gimnasio vinculado a las pistas deportivas. Las dependencias que hasta ahora se utilizaban para la asignatura de Educación Física se convertirán en una sala de usos múltiples.

PORCHE Y APARCAMIENTO/ Dado que el centro cuenta con un «escaso» patio de recreo, según explicó Educación, en el proyecto se procurará que en planta baja «se libere» la mayor superficie posible destinada a porche. La zona que quede inhabilitada para ser utilizada como área de esparcimiento por los alumnos se transformará en plazas de aparcamiento.

La reforma del instituto San Fernando está incluida en el Plan de Infraestructuras Educativas de Extremadura 2016- 2020 y la inversión de 1,8 millones de euros prevista será financiada a través de los fondos Feder.

La actual dispersión de los alumnos ha sido motivo de queja por parte de profesores, padres y estudiantes desde hace años. Esta situación obliga a que los docentes se desplacen de un centro a otro para impartir clases --el principal está frente al hotel Lisboa y el otro junto al colegio Juan Vázquez--, por lo que se pierde tiempo lectivo. Además, según han argumentado en repetidas ocasiones, se duplican los gastos en material y calefacción, se dificulta la atención a los padres de alumnos, que no saben en qué edificio estará el profesor con el que tienen que hablar y las tutorías, por la imposibilidad de hacer coincidir los horarios.

Asimismo, los docentes consideran que para quienes imparten clases en ambos edificios la situación supone «un agravio comparativo» con respecto a los profesores de otros centros y del propio instituto, ya que unos deben desplazarse y otros no. También lo es, según han denunciado una y otra vez, para los alumnos, puesto que no disponen de las prestaciones que el resto de sus compañeros en el edificio principal como secretaría, un gimnasio adecuado o una biblioteca.

DEMORA/ La decisión de ubicar a parte de los alumnos en un anexo se tomó en el 2001, pero lo que se suponía una medida «provisional», se prolongó en el tiempo. Los primeros años el problema se sobrellevó «por la buena voluntad» del profesorado, según ellos mismos han reconocido, pero cansados de esperar una solución que no llegaba, en el 2007 se planteó ya a la consejería la necesidad de que la reunificación no debía demorarse más. Durante los años siguientes padres de alumnos y profesores intensificaron sus quejas. Se colocaron pancartas en el exterior del centro reclamando una solución y la ampa incluso anunció su intención de recurrir a la Fiscalía de Menores o al Defensor del Pueblo por el tiempo de clase que perdían sus hijos y el que pasaban solos en las aulas hasta que llegaba el profesor de uno a otro centro.

Aunque entonces los técnicos de Educación visitaron el centro en varias ocasiones y se estuvo trabajando en un proyecto para ampliar el instituto, nunca llegó a materializarse, pues la crisis económica dejó la actuación en el cajón. Hasta ahora, cuando con la licitación de la redacción del proyecto se avanza para dar solución a un problema tras diez años.

Según informó la consejería, una vez terminada las obras de reforma previstas en el instituto, el colegio que ahora ocupan los alumnos de los dos primeros cursos de la ESO se acondicionará y adaptará como nuevo centro de educación Primara, para dar respuesta así a la demanda de escolarización que existe en la barriada de San Fernando.

Además de la redacción del proyecto de ampliación del San Fernando, en las últimas semanas Educación ha avanzado en las obras previstas en otros institutos de la ciudad. Así, el Diario Oficial de Extremadura (DOE) publicaba hace unos días las convocatorias para la contratación de los trabajos de remodelación en el Zurbarán y el Castelar, ambos con un plazo de ejecución de tres meses. En el primer centro, con un presupuesto de licitación es de 115.000 euros, la actuación consistirá en la reforma de los aseos existentes y la realización de otros nuevos para profesores y adaptados a personas con discapacidad, así como en la reparación y ejecución de la red de saneamiento de la planta baja.

Por su parte, en el instituto Castelar, se remodelará la vivienda del conserje para ubicar en ella dos aulas para impartir calses de Formación Profesional Básica y también se va a adecuar la pista polideportiva. El presupuesto base de licitación para estas dos actuaciones asciende a casi 64.000 euros