Sandro es un nombre con magia. Recuerdo Sandros fabulosos de todos los tiempos, desde Ales-Sandro Magno , el héroe de la Grecia clásica, hasta Sandro Pertini , el más simpático de los presidentes de la República italiana, pasando por Sandro Botticelli , el gran pintor impulsor del Renacimiento, o el rockero argentino Sandro , que acaba de morir este año. A la nómina de los Sandros notables hay que añadir ahora a Sandro Rosell , el flamante presidente del Barcelona, que está reconciliándonos con el club a todos los barcelonistas no catalanes y a una mayoría de los allí nacidos.

Cuando Joan Laporta -a quien los socios del club han dado lógicamente porta, pues ha dejado tan mal recuerdo que en las elecciones a presidente borraron a sus candidatos- llamó imbécil a Guillermo Fernández Vara , lo que en realidad estaba haciendo es describiéndose a sí mismo. El tal Laporta, aparte de un ególatra y un señor insoportable, ha utilizado al Barcelona para hacer carrera política y, además -ofendiendo a todos los barcelonistas no catalanes y a una mayoría de los allí nacidos- en el independentismo más desfasado y cutre que puede darse en el siglo XXI de la globalización. Por suerte para todos, excepto para él, ha fundado un partido político para dar cauce a sus sueños políticos, que pronto se convertirán en pesadilla, porque desde aquí digo y apuesto que no saldrá elegido ni él.

Y ha llegado Sandro Rosell a la Presidencia del Barça, un señor donde los haya, un profesional preparado y prudente, la antítesis, en suma, de su predecesor, y lo primero que ha hecho, su acto oficial inicial, ha sido visitar a Guillermo Fernández Vara, no para desagraviarle -pues el tal Laporta no puede, aunque quiera, agraviar a nadie- sino para reconciliar al club con los culés, entre los que me cuento y a mucha honra, después de la utilización política que el otro hizo de él. A eso en Cataluña se le llama ´seny´, que es la virtud de combinar la clase, la claridad mental, el sentido común y la elegancia, y de la que aquella tierra ha dado tantos y tan notables ejemplares, como Josep Tarradellas , Jordi Pujol , Joan Manuel Serrat , Pep Guardiola y Sandro Rosell. Así que, por derecho propio, del mismo modo que yo soy culé siendo extremeño, hoy le admito por la puerta grande en esta cofradía de los extreordinarios.