Hacía frío pero no llovió. Los presagios fallaron para los organizadores de las Candelas de la margen derecha, que a última hora del viernes decidieron suspender los actos previstos para ayer, entre ellos la Tamborada, y posponerlos hasta el fin de semana próximo, ante el temor de que lloviese. Pero la Asociación de Vecinos de Santa Marina fue más atrevida y acertó con su optimismo pues las nubes amenazadoras dieron tiempo suficiente para que se desarrollase tal como estaba previsto el desfile por las calles del barrio y ardiese el Marimanta en la plaza de Santa María de la Cabeza.

La fiesta de Santa Marina, a la que acudieron cientos de personas, anunció la proximidad del Carnaval. Trajes de disfraces y ritmos de percusión inundaron el recorrido, que por primera vez este año, se amplió por la avenida de Santa Marina. Niños piratas, mexicanos, indios y arlequines acompañaron al pelele subido en la silla, portando además dos grandes carteles con los nombres de sus colegios: el Arias Montano y el Luis de Morales. Aunque la asociación de vecinos este año preveía mayor participación infantil, solo se acercaron unos 300 niños, según el coordinador de las actividades, Casimiro Urteaga, que apuntó al mal tiempo como posible causa.

Detrás de los pequeños desfilaban los chicos de Aexpaimba y, a continuación, los integrantes de ocho comparsas, todas foráneas. "Hemos hecho unos carnavales integrando a diversos puntos de la región y nos sentimos muy orgullosos de ello", apuntaba Urteaga. Procedían de Alconchel, San Vicente de Alcántara, Villalba, Mérida y Navalmoral. Uno de los grupos más lucidos fue la Peña Tornado Dance, de Navalmoral, cuyos componentes no pararon de bailar a lo largo de todo el recorrido disfrazados de muertos vivientes con la coreografía de Thriller , de Michael Jackson. Y cerrando el desfile, la Brigada Antiardores.

El Marimanta ardió y a medida que se encendía explotó una gran traca de cohetes, para sorpresa de muchos de los presentes. Tras quemar en la gran candela los malos augurios, todos los reunidos estaban invitados a degustar 6.500 hornazos regados con vino de la tierra y los niños tenían su fiesta. Si el tiempo seguía acompañando, hasta las once de la noche estaba previsto que se desarrollase la III Gran Muestra Internacional de Percusión, con cinco grupos.

En la margen derecha confían en que las predicciones climatológica sean mejores la próxima semana. El presidente de los colectivos sociales, Ricardo Cabezas, explicó a este diario que decidieron posponer la fiesta porque si montaban toda la infraestructura por la mañana y luego llovía, tenían que pagarla igualmente, además, algunas comparsas vienen de fuera.