Emilio Santos es el portavoz en Badajoz de la empresa Inmobótoa, que es propiedad de Javier Camuñas. Santos negó cualquier relación entre la operación de los terrenos de Bótoa y la polémica recalificación de suelo en Madrid, cuando se le preguntó su opinión por el hecho de que la concejala de Urbanismo se refiriera a ellos relacionando ambos casos. La operación de Madrid se centró en una parcela de 7 hectáreas junto al nuevo centro comercial con pista de hielo Xanadú, dentro de una finca de la familia Franco, con la intervención de los exdirigentes populares Gabriel Camuñas y Miguel Herrero de Miñón.

Afirmó Santos que Javier Camuñas, arquitecto, no tiene que ver con su hermano Gabriel, y en cuanto a la intervención en ambos casos de Miguel Herrero de Miñón, aseguró que lo de Madrid se trata de una pequeña parte. "Siete hectáreas, a nombre ambos, hasta que se resolviera un problema familiar de Gabriel; los Franco se quejan porque no se sienten bien tratados, y todo se monta por un conflicto por la titularidad del terreno", mientras que en Badajoz "Herrero de Miñón vino como amigable componedor, pero no tenía nada que ver con la operación de Inmobótoa".

Emilio Santos también criticó a la concejala de Urbanismo, Cristina Herrera, en una nota remitida a EL PERIODICO, y al ser requerida la edil para preguntarle por el asunto a través del gabinete de prensa municipal, no respondió. El portavoz de Inmobótoa aseguró que la concejala "falta intencionadamente a la verdad, pues sabe que son asuntos completamente distintos".

Dijo que la operación de Inmobótoa le pareció bien al alcalde cuando habló con Federico Trillo, y que "mientras aquí se piense que las pruebas se deben hacer con gaseosa o se diga lo de virgencita que me quede como estoy, seguiremos otros cuatro años soportando su ineptitud". "Qué pena que no sea extrapolable a provincias la ética y la honradez de nuestro presidente Aznar. Se han convertido ustedes en vividores de la política". Por otro lado, Santos señaló que por una u otra vía "llega la información a la inmobiliaria del partido, que compra 50 hectáreas y ya no conviene Inmobótoa".