El restaurante italiano Bella Italia es el único negocio que sobrevive en el edificio de los multicines Puente Real. Su situación no es fácil. El principal problema es que los baños son comunes y están fuera del restaurante, con lo cual los clientes tienen que entrar dentro del centro comercial, que no está demasiado iluminado y muchos temen por su seguridad. "Hay muchos a los que les da miedo", comenta Iris Santiago, trabajadora del restaurante. Este negocio sigue pagando el mismo alquiler que antes, solo que ahora su casero es el ayuntamiento. También tienen que pagar la luz del pasillo interior. De la limpieza se encarga el ayuntamiento, pero Iris Santiago cuenta que no lo hace con una periodicidad fija y a veces tardan en volver quince días. Han estado mirando otros locales para trasladarse, pero los alquileres son caros, y tienen todavía contrato por lo que están esperando a saber las intenciones del ayuntamiento. "A nosotros no nos dicen nada", se lamenta. Por ahora siguen funcionando gracias a la fidelidad de su clientela fija.