Cruces y Sole vieron que era la oportunidad de dar salida a gran cantidad de juguetes y ropa de niño, incluso sin estrenar, que se iba acumulando en casa y que sólo servía para ocupar sitio. Lo mismo pensó David y cogió el viejo televisor y las botas de boxeo que hace tres años regaló a su mujer pero que sólo se puso una vez. Ellos son algunos de los muchos particulares que este fin de semana se instalaron en Ifeba para participar en la Feria del Producto Usado y de Ocasión, donde intentar vender objetos que habían dejado de usar y que quizá merecían una segunda oportunidad, en manos de alguien que podía adquirirlos a precio de chollo.

En la feria se han instalado 10 stands y 140 mesas, donde predominaban las antigüedades, objetos de coleccionistas y hasta una lancha motora por 2.000 euros. La idea para próximas edicions es no volver a organizarla en solitario, sino acompañando a otras ferias, según explicó su director, Francisco López.