Seis agentes de policía que se encuentran en situación de segunda actividad forman parte de la Unidad de Prevención, Asistencia y Protección (UPAP) a las víctimas de malos tratos y violencia de género, del Cuerpo Nacional de Policía, en Badajoz. Desde su creación en el año 2003 ha atendido, hasta el día de hoy, a 720 mujeres maltratadas y con orden judicial de protección, o bien de alejamiento para el agresor, de las que actualmente permanecen bajo su custodia 265 en la capital pacense.

Cada agente tiene asignado un grupo de entre 40 y 50 mujeres, con las que se mantienen en contacto permanentemente mediante un teléfono móvil que se les entrega a ellas con el número correspondiente al policía encargado de su protección, para que puedan avisarle en cualquier momento en el caso de prever o sufrir una agresión; o bien para realizar algún tipo de consulta, en cualquier momento del día, pues están alertas las 24 horas del día. A veces, los agentes han tenido que buscar alimentos en Cruz Roja para mujeres sin ningún recurso económico.

En la UPAP, según José María Gil, uno de sus miembros y portavoz del SUP, ven con "preocupación" el incremento en el número de denuncias por violencia de género, "que es uno de los problemas más graves de violación de derechos humanos y que no tiene barreras culturales, de edad, económicas o sociales; rompe todos los moldes".

GRUPO ESPECIALIZADO Por ello, Gil consideró necesaria la creación de un grupo especializado para atender a las víctimas en la sede de la Jefatura Superior de Policía, así como un espacio adecuado y accesible, en la planta baja, y la presencia de un psicólogo, "pues ahora las mujeres que vienen a presentar una denuncia tienen que esperar en el mismo lugar que los que vienen a denunciar un robo, o una pelea, y ellas vienen en unas condiciones muy difíciles; salen de su casa y vienen machacadas, con su personalidad destruida por la estrategia de control de su agresor", explicó.

Los miembros de la UPAP mantienen una primera entrevista con las víctimas y después contacto telefónico tres o cuatro veces por semana. Además, mantienen otra entrevista con el agresor para informarle de su situación y la de la mujer bajo su protección. Si los agentes reciben un aviso o detectan ellos alguna incidencia, dan aviso al 091 para que se ponga en marcha un dispositivo policial operativo de inmediato.

En el 2006 se abortaron por la UPAP de 20 a 30 agresiones y se detuvo a seis personas.