Hay ciudades con rasgos característicos, cuya difusión acaba por convertirse en una especie de signo de identidad. De pequeños detalles, ni siquiera concebidos como elementos ornamentales. Me refiero, por poner dos ejemplos, a algo tan insignificante como los indicadores de los nombres de las calles o, incluso, de los semáforos. Piensen en los carteles de las calles de París o en los hombrecitos con sombrero de los semáforos de Berlín Oriental. Estos últimos, es curioso, se han acabado por convertir en un símbolo identitario de la flamante capital de Alemania.

A mí siempre me han parecido extraordinariamente acertados, por originales, los paños de azulejo que, en Badajoz, indican los nombres de las calles. Esas piezas, con fondo amarillo, una cenefa y dibujos en azul y, como detalle añadido, la explicación del nombre de la vía urbana. No creo que los haya iguales en ninguna otra ciudad española. Ni en forma, ni en contenido.

A mi juicio, lo más característico es, con diferencia, la aclaración. En la mayoría de las ocasiones es innecesaria, pero, precisamente por eso, no deja de suponer un rasgo de humor. Con san Atón se apostilla: santo . Es obvio, aunque debiera aclararse lo de Atón. Nadie sabe del susodicho. De la Guardia Civil se dice: Benemérito cuerpo . Hace años, en Badajoz precisamente, provocaba una sonrisa sarcástica en muchos transeuntes. Y de san José se aclara: Siglo I . Ignoro por qué. A lo mejor al redactor le pareció embarazoso explicar los motivos por los que el marido de María, la Virgen, pasó al Santoral Romano.

Desconozco cuándo se comenzaron a colocar semejantes placas y, más aún, el nombre del exegeta que redactaba o redacta las apostillas. Lo tengo por un genio de la síntesis literaria. Es difícil explicar más en menor espacio. Sólo quiero hacer una sugerencia. Aquí, tarde o temprano, a cualquier nativo que destaque en algo o haya tenido el menor puesto le dedican una calle. Bien es verdad que si eres diputada republicana y la concejala de Cultura confunde tu foto con la de otra también pueden quitártela. Pero, a lo que voy. Creo que los Amigos de Badajoz acabarán requiriendo su calle. Tiempo al tiempo. Lo lógico sería ponerle una apostilla al cartel correspondiente. Yo diría: cubistas . ¿O no?