TLtas serpientes de verano son, en periodismo, las noticias cuando no hay noticias, las de relleno, las insulsas, los globos sonda, las repetitivas, las increíbles o las sorprendentes. Son los vicios del periodismo veraniego que se alimenta a horcajadas de una actualidad retocada por una novedad más que sospechosa, unas fuentes que conocen los atajos y un criterio periodístico en período de rebajas. Veamos algunas.
No es que tenga nada contra la cantante, pero desde el día en que le concedieron la medalla de Extremadura a Soraya por quedar segunda de no sé qué edición de un espacio televisivo entre concurso y reality, sabíamos que el galardón perdería entidad. La concesión, ahora, de medalla similar, a una periodista de Badajoz no deja de causar asombro por los motivos de la concesión ya que de Badajoz también son otros periodistas que triunfan más allá de nuestra geografía, alguna mujer, algunos salen por la tele y, supongo, todos comprometidos con buenas causas. Eso sin mencionar a las decenas de periodistas que en Extremadura se ganan a diario el pan teniendo que soportar soporíferas ruedas de prensa, no siempre buenas condiciones salariales y un panorama laboral desolador. Ninguno de ellos, ni individual ni colectivamente, son merecedores de reconocimiento.
Lo del TGV en Portugal es un debate estéril- en Extremadura. Lo que aquí importa es que quedan cuatro meses para ver si cumplen la famosa promesa del 2010 y que, si no es así, que lo hagan cuanto antes y se dejen de promesas. Da igual si llegamos o no a Lisboa, lo primordial es que Badajoz no se quede, una vez más, fuera del progreso. La autovía tampoco la terminaron a tiempo. Allá cada uno con sus compromisos.
Y llegados a la Alcazaba, para qué tanta firma, movilización, reunión y reivindicación cuando está tan claro el tema: el Gobierno de España firmó y pretendió liderar un compromiso que no ha cumplido ni quiere cumplir. Dejémonos de pancartas y discursos y enfoquemos al problema y a quien lo causa.
Otro día hablaremos de Badajoz, Srebrenica y el dolor como patrimonio de la humanidad, Laporta en Hollywood, el hazte fan de Catalunya, que tiene narices, y el asunto ése de los ricos pagando impuestos, que tiene más narices aún.
