El servicio público de alquiler de bicicletas (Biba) cuenta en estos momentos con 1.539 usuarios, una cifra similar a la del año pasado por estas fechas. Según los datos facilitados por el concejal responsable, Jesús Coslado, 1.019 usuarios han renovado sus tarjetas en el 2017, mientras que el año anterior solo lo hicieron 888, lo que pone de manifiesto que aumenta «la fidelidad» de las personas que utilizan este servicio. Otros 520 son usuarios nuevos.

El 62’5% de las personas que usan estas bicicletas son hombres y el 37,5%, mujeres. Hay 123 usuarios mayores de 65 años y 77 menores de 18. La edad media se sitúa en los 37 años.

En cuanto a los usos diarios, de media, los días laborables se registran 210, una cifra que cae hasta los 80 durante el fin de semana, lo que revela que se utilizan más para desplazarse por necesidad que por ocio.

Seis de las 24 bases de bicicletas que hay diseminadas por la ciudad, que aún estaban pendiente de modernizarse, ya se han modificado, sustituyendo el antiguo anclaje lateral por otro con enganche frontal. Esta actuación, que se ha llevado a cabo con fondos del remanente de tesorería, ha afectado a las paradas de la plaza de San Atón, Correos, la del centro comercial La Plaza (la última en reabrirse, el pasado miércoles), la Facultad de Medicina , el Rectorado de la Uex y la que se encuentra en las instalaciones deportivas de La Granadilla,

Asimismo, según explicó Coslado, se han adquirido 20 nuevas bicicletas para reponer las que estaban deterioradas y se ha procedido a cambiar de lugar una de las paradas. En concreto, se ha trasladado la de la urbanización Guadiana, que se encontraba en las traseras del Viejo Vivero y se ha desplazado hasta la calle Castillo de Rena (junto al centro comercial Conquistadores). La decisión se ha tomado, según el concejal, después de comprobar que en el punto donde se encontraba inicialmente la demanda era muy escasa.

También con fondos del remanente se han pintado todas las paradas y se han llevado a cabo tareas de mantenimiento para proteger de las inclemencias meteorológicas a los sistemas eléctricos, como el sellado de las grietas, entre otros.

En total, se han invertido unos 30.000 euros en mejoras en el servicio público de alquiler de bicicletas, que en estos momentos cuenta con entre 90 y 100 vehículos de media en la calle.

Sobre los planes de ampliación de este servicio, el concejal señaló que está previsto que la ciudad cuente a lo largo de este año con una parada más, aunque su ubicación se está estudiando aún. Lo que sí avanzó es que la idea es que las bases se instalen en lugares donde haya una comunicación mediante carril bici o exista la posibilidad de establecerse. «Nosotros seguimos en expansión, como la ciudad, y continuamos mejorando nuestro servicio», apuntó Coslado.

Las bicicletas públicas de alquiler comenzaron a funcionar en octubre del 2009. En el 2015, el servició renovó su parque de vehículos, incorporando 125 bicis nuevas. El año anterior ya se habían sustituido otro medio centenar, coincidiendo con la puesta en servicio de la parada del centro comercial El Faro. También poco a poco se han ido sustutuyendo los sistemas antiguos de las bases por otros más modernos --como se ha hecho ahora con las 6 que aún estaban pendientes-- y se ha ampliado el número de puestos en algunas de ellas, como en la de la plaza de España, para atender la elevada demanda que se registraba en este punto de la ciudad.