El nenúfar mexicano, lejos de desaparecer del río Guadiana a su paso por Badajoz, gana terreno y su presencia este verano es mayor que el anterior. El vocal del Colegio de Veterinarios Jesús Crespo ha explicado que no existe un factor climatológico que explique este incremento, "simplemente, que la planta está adaptada".

El origen de esta especie invasora puede deberse a que a un ciudadano que la tuviera en un estanque se le haya escapado llegando al río. Según Crespo, aunque no es una especie "preocupante", se debe estudiar su repercusión como zona de anidamiento de mosquitos, pues parece "evidente" que algunas especies tiene en ella un espacio adecuado.

Pese a los esfuerzos por reducir su presencia, como ocurrió en el Campeonato de Piragüismo, Crespo ha indicado que es difícil hallar una solución. No obstante, señaló que la planta enraíza, a diferencia del camalote, y por tanto cubre zonas de menos de dos metros de profundidad.

La especie no tiene la repercusión negativa del camalote, desaparece en invierno pero renace al subir la temperatura, pues no se seca, mantiene sus raíces y echa semillas nuevas. Sin embargo, como invasora, produce un "desequilibrio" en el ecosistema del río, y por ello abogó por que no afecte a más tramos del cauce.

Como favorece la cría de algunos tipos de mosquitos, reclamó una unidad de entomología médico veterinaria para estudiar ésta y otras situaciones. Los veterinarios advierten de que la comunidad desconoce qué tipo de mosquitos sobrevuelan los cielos, y que hay que prevenir la posible llegada de especies invasoras de mosquitos que ya están en la península. Así, recordó, por ejemplo, la presencia del temido mosquito tigre, transmisor de enfermedades "serias", que ya está en regiones españolas como Cataluña o Comunidad Valenciana.