"Sin este servicio sería imposible llegar al trabajo a tiempo", cuenta María José Rincón minutos después de dejar a su hijo en las aulas matinales del colegio Arias Montano. Vive en Las Vaguadas y su jornada laboral comienza a las nueve de la mañana, por eso deja al niño en el colegio alrededor de las 8.30 horas. Como ella, un centenar de familias se beneficia de las aulas de madrugadores de este centro --tres habilitadas por Educación (con 75 alumnos) y otra que ya funcionaba desde hace más de una década gracias a la Ampa (con otros 20)--. Eso supone que el 14,2% de los 700 alumnos del centro es usuario del servicio.

Los tres hijos de Felipe Cabezas también llegan al colegio antes que la mayoría de sus compañeros. "Entramos a las ocho de la mañana a trabajar y para nosotros traer a los niños a las nueve era un problema", explica este padre. El director del Arias Montano, Manuel García Gallego, confirma que las aulas matinales han tenido una gran acogida entre los padres y considera un acierto que los colegios se adapten "a las nuevas necesidades". De hecho, ya ha solicitado la ampliación del servicio para que la Junta asuma el aula de la Ampa y no descarta que se necesiten más si parte de los 75 alumnos que se incorporan cada curso lo solicitasen.

A los escolares que acuden cada día a estas aulas parece no importarles madrugar, "porque nos lo pasamos muy bien", contaron a este diario.