La Confederación Española de Policía (CEP) en Extremadura denunció ayer que desde hace tres semanas los 19 efectivos que componen la Unidad de Extranjerías y Fronteras de Caya no están realizando controles "ni de día ni de noche" a las personas y vehículos que cruzan este paso fronterizo. El motivo es que desde la jefatura se les ha destinado a que lleven a cabo "controles de droga en los barrios marginales de Badajoz", según aseguró Raúl Jaraíz, secretario regional de este sindicato, quien advirtió de que esta circunstancia precede a la intención de los responsable policiales en la región de "hacer desaparecer" esta unidad para incrementar la plantilla de otras brigadas en la ciudad.

La Delegación del Gobierno negó ayer que se haya producido el desmantelamiento de ninguna unidad y aseguró que los efectivos adscritos a este servicio "no han dejado de hacer sus funciones" en Caya.

Desde el sindicato policial, no obstante, insistieron en que tienen conocimiento --aunque no comunicación oficial-- de que en los planes de la jefatura figura la desaparición de la Unidad de Extranjería y Fronteras, lo que a su juicio, significaría quedar "desprotegido" el paso fronterizo "más importante" entre España y Portugal y hacer la zona "permeable" para las mafias de inmigración irregular.

En este sentido, Jaraíz argumentó que solo el año pasado esta unidad tramitó más de 400 expedientes de repatriación de personas que pretendían cruzar de manera ilegal de Portugal a España (la mayoría brasileños, pakistanís, guineanos e indios). Añadió que otro problema que acarrearía la desaparición de esta unidad sería el coste de las repatriaciones, porque mientras que si se localiza a inmigrantes irregulares en la frontera se reentregan de manera inmediata a Portugal, una vez que se interceptan dentro del territorio los trámites para su repatriación suponen al Estado miles de euros.

La CEP recordó que la Unidad de Fronteras y Extranjería desarrolla su trabajo desde 1994 en virtud de un acuerdo entre los gobiernos de España y Portugal que el jefe de la Policía Nacional, Angel Galán, "no es ni mucho menos competente para dar por finiquitado". Por ello, llevarán este asunto a la reunión que el Consejo de Policía mantendrá el próximo 30 de mayo con el director de este cuerpo, Francisco Javier Velázquez.