Ha sido una sorpresa, aquí se han movido hasta 40 trailers al día en temporada alta otros años; muchos vecinos trabajan en la central o en la fincas de las que se surte, así es que sí que hay incertidumbre y se nota en el pueblo», manifestó Mariano, propietario del restaurante La Bella, de Gévora, al referirse a la situación de entrada en concurso de acreedores de la sociedad Fruvaygo, cuya estación hortofrutícola se ubica en las inmediaciones de la pedanía pacense.

Dos marcas del grupo --Machuca Fruits y Fruvaygo-- estarían en el origen de la situación de insolvencia de una de las principales firmas extremeñas de exportación de frutas de hueso y de pepita, ya en su tercera generación, que ha llegado a acumular pérdidas por importe de 13 millones y una deuda, fundamentalmente financiera, de otros 20, según fuentes jurídicas.

Fruvaygo, «Sociedad que está vigente», según el Registro Público de Resoluciones Concursales www.comecialconcursal, entró en preconcurso voluntario de acreedores en abril pasado y el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Badajo ha dictado el auto del concurso con fecha de 12 de septiembre, motivado «por insolvencia».

Este diario intentó hablar con un responsable de la empresa, sin que nadie en la sede de la misma atendiera este requerimiento, señalando que no tenían permiso «del administrador concursal, que está en Barcelona».

La hortofrutícola, marca conocida en el mercado internacional, cuenta con medio centenar de trabajadores fijos y cerca de 250 fijos discontinuos, aunque en periodos de recolección supera ampliamente el millar.

«En la empresa trabaja mucha gente de aquí, de Novelda, Sagrajas, Valdebótoa, Alburquerque, Mérida, Valverde o Badajoz», señaló otro vecino de Gévora. Así mismo, Diego Lorido, asesor de varios trabajadores, señaló que «no se les adeuda nada a estos».

En Gévora afirman que habido despidos, pero otras fuentes señalan que son por el final de la campaña y que hay esperanza en que se pueda resolver el concurso mediante un acuerdo con los acreedores para reducir la deuda y un plan de viabilidad para mantener la actividad y el empleo.