No sé qué tipo de formación y especialización profesional hay que ostentar para poder expresar una opinión sobre la actuación de un grupo carnavalero. Que yo sepa, a los integrantes de las murgas tampoco se les pide un título de canto, ni de educación musical, ni un doctorado en maquillaje y decoración, ni tan siquiera una licenciatura en chistología. Y mira que a más de uno se le podría exigir, como mínimo, un diploma en sentido del humor. Por definición, los grupos del Carnaval surgen entre amigos, compañeros o conocidos que --al menos eso es lo que dicen ellos-- se juntan para divertirse y lo de competir en el López de Ayala por un premio es lo de menos. Pero entonces, si eso es así, a qué vienen los reproches sobre el escenario y a grito pelado contra quienes emiten alguna crítica en algún medio de comunicación, simplemente porque no les ha gustado o convencido su actuación. Si deciden formar una murga y participar en el concurso, a eso se exponen, porque concursar implica las comparaciones, aunque sean odiosas. Y si sólo la opinión del jurado cuenta, que la actuación se restrinja en próximas ediciones a los "entendidos" y ningún medio retransmita el concurso.