Tan sólo una pequeña parte de la población gitana de Badajoz vive en la marginalidad, según la experiencia de Leonor Cavanillas, coordinadora del programa de acceso al empleo Acceder , que lleva a cabo la Fundación Secretariado General Gitano (FSGG) en la ciudad. En Badajoz viven alrededor de 2.500 gitanos, una cifra que puede oscilar por los temporeros y los que se marchan fuera a trabajar en determinadas épocas.

Leonor cuenta que hay una parte de la población gitana de Badajoz "que no se ve", porque forma parte de la sociedad, participa en ella y trabaja. No le gusta utilizar la palabra "integración", porque piensa que "es la sociedad la que debe estar integrada, y que quepan todos".

La población más dominante, de clase media, son los gitanos que trabajan en el mercadillo y la venta ambulante, un medio de vida legal y normalizado, aunque sea específico de esta etnia. Este es el bloque mayoritario.

Por último existe "una minoría marginal" que según Leonor Cavanillas "ha asimilado totalmente las costumbres marginales de los payos". "El gitano que entra ahí es porque ha perdido los valores más positivos de su comunidad para asumir valores de la marginalidad, que no tienen nada que ver con la cultura gitana". Según esta mujer en muchas ocasiones se identifica ´gitano´ con ´cultura marginal´, pero esta equiparación "no es cierta".

POBLACION

Los gitanos de Badajoz se reparten por Cerro de Reyes, Suerte de Saavedra, Las Moreras, Colorines y, sobre todo, el casco antiguo. Leonor reconoce que esta población sufre en esta ciudad "discriminación", como se demuestra a la hora de alquilar un piso o el hecho de que hay familias que retiran a sus hijos del colegio cuando detectan que hay gitanos. Pone el ejemplo del colegio San Pedro de Alcántara, donde ya predominan los niños gitanos, pero apunta que ha ocurrido en otros centros de la margen derecha. Aunque los propios payos que se niegan a llevar a sus hijos "tengan hábitos de vida más marginales y más delictivos", según Leonor.

Acceder es un programa de la FSGG, cofinanciado por el Ayuntamiento de Badajoz y el Fondo Social Europeo. Funciona desde el 2000 y su objetivo es conseguir que los gitanos accedan a la corriente ordinaria de empleo. En la actualidad, esta iniciativa trabaja con 432 usuarios y ha conseguido 210 contratados, en empleos propios de una formación deficiente, como peones, camareros o servicios de limpieza.