El presidente de la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo, José María Soriano, calificó ayer como "positiva" la decisión del ayuntamiento de declarar la zona como saturada de ruidos para limitar la instalación de más bares. Soriano sin embargo no puede demonizar los negocios de copas porque reconoce que la hostelería ha sido una buena solución para revitalizar el barrio y como ejemplo cita la plaza Alta, que empezó a desarrollarse cuando se abrieron bares. "Nosotros --dice-- siempre hemos dicho que hay que buscar el equilibrio entre el desarrollo y la revitalización".