Iban de vuelta a casa por la noche y buscaron entretenimiento por el camino. Tres menores con domicilio en la margen derecha fueron sorprendidos por un oficial de la Policía Local que se encontraba en ese momento libre de servicio cuando estaban arrojando adoquines del puente de Palmas al río Guadiana, posiblemente dirigidos contra los gatos o los patos que viven en las isletas. Ocurrió sobre las 23.50 horas del martes.

Según informó el superintendente de la Policía Local, Juan José Venero, los menores tiene 15, 16 y 17 años. Uno de ellos fue identificado pero los otros dos no. Sus padres fueron avisados para que se hicieran cargo de sus hijos y se instruyen diligencias por responsabilidad subsidiaria.

La valoración de los desperfectos causados en el puente será fundamental a la hora de tipificar los hechos como falta de daños o, si superan los 400 euros, como delito. Con el agravante además de que el lugar sobre el que se ha cometido tiene una protección como bien de interés cultural.

Los técnicos municipales tienen que valorar los daños, pero como el puente Viejo es de titularidad de la Junta de Extremadura, será la que tengan que repararlo. A lo largo del puente, son apreciables distintos puntos en los que han sido arrancados adoquines, algunos de los cuales, se han vuelto a colocar de forma provisional con mortero.

Por otro lado, sobre las 3.45 de la madrugada, ardió un contenedor de basuras en la calle Alonso de Celada, en el lateral del paseo de San Francisco junto al edificio central de Correos. La intervención de un operario de limpieza fue fundamental porque retiró el contenedor para evitar que afectase a un vehículo estacionado al lado. Según la Policía Local nadie vio cómo se originó el incendio.