El Sorteo de El Niño no fue generoso con Extremadura, pero en Badajoz y en Puebla de Obando dejó un pellizco de 150.000 euros como regalo de Reyes. Fue con dos décimos del número 18.442, correspondiente al segundo premio,. Uno de ellos se vendió en una tienda de prensa y chucherías de la calle Manuel Godoy, en la barriada de San Fernando, y otro, en el bar El Paso de la localidad pacense. 75.040 euros se han llevado los afortunados

En Puebla de Obando, las agraciadas fueron María e Inmaculada, dos hermanas que regentan un supermercado en el municipio. Adquirieron su décimo en la terminal del bar de Antonio Franco, conocido como Bombona, que ayer no ocultaba su alegría por haber llevado la suerte a su pueblo. «Me siento como si me hubiera tocado a mí», aseguraba. Los sábados descansa y es su hija la que se queda al frente del negocio, a donde llamaron desde Loterías y Apuestas del Estado para comunicarles la noticia.

«Estaba durmiendo y me han despertado para avisarme», explicó Antonio por teléfono. El bar se había llenado de vecinos que lo felicitaban a él casi tanto como a las hermanas ganadoras. «Ahora me pueden llamar Bombona de Oro», decía entre risas este hostelero, que ya en noviembre del año pasado dio un premio de más de 41.000 euros en el sorteo de la Bonoloto, también a dos hermanos.

La suerte llegó a Puebla de Obando y una vecina de ese municipio la trajo a Badajoz. Y es que da la casualidad de que María José Méndez, titular del punto de venta de la calle Manuel Godoy de Badajoz, donde se vendió el otro décimo premiado con 75.000 euros, es natural de esta localidad pacense. Junto con su marido, sus hijas, que atienden el negocio, y sus nietas celebró ayer este premio, que llega tan solo tres meses después de que se hayan puesto al frente del mismo tras un traspaso.

«Mucha gente nos ha dicho que tenía la corazonada de que íbamos a dar un premio», contaban María José y sus hijas, María Eugenia y Consuelo Santos. «Estamos nerviosas, pero muy contentas y muy ilusionadas», decían.

María José piensa que fue ella la que vendió ayer por la tarde el décimo premiado, pero su hija Consuelo cree que ha sido ella la que se lo entregó al afortunado o afortunada, del que no se sabía nada aún. Ambas estaban convencidas de que la persona agraciada vive en el barrio, lo que todavía les alegraba más.

«Nos han prometido viajes, cruceros y regalos si le dábamos el premio, pero con que el ganador venga y nos diga que le ha tocado estamos satisfechas», comentaba María Eugenia, que anmaba a su familia para celebrar este golpe de suerte yéndose a comer fuera todos juntos.

«Esto es un buen regalo de Reyes», repetían, al tiempo que confiaban en que este premio beneficie a su negocio y aumenten los clientes. Ayer fueron muchos los que se acercaron hasta el establecimiento para felicitar a sus propietarias y, de paso, poner a prueba su suerte.

El segundo premio del Sorteo de El Niño ha estado muy repartido, con agraciados en numerosos municipios de Asturias, Tenerife, Vitoria, Madrid, Málaga, Barcelona, Valencia, Zaragoza, Granada, Pontevedra, Murcia, Alicante o Gupúzcoa, entre otros.