Reubicar los negocios de ocio nocturno en los locales del río por su menor impacto acústico para corregir la excesiva concentración en unas determinadas calles del Casco Antiguo, así como dotar de uso a la plaza de toros, como se ha hecho en Mérida, Granada y Leganés, con locales para el disfrute público cuando no se celebren ferias taurinas.

Éstas son dos de las propuestas que SOS Casco Antiguo (cuyos integrantes insisten en que no son una plataforma asociada ni política) ha incluido entre las conclusiones de su Estudio para la Recuperación Acústica del Casco Antiguo y Conciliación de Intereses, haciéndose eco de las quejas de vecinos que intentan vivir en esta zona de la ciudad. El estudio ha entrado por registro del ayuntamiento hace varias semanas, pero aún no ha habido respuesta. El espíritu conciliador impera en su análisis, con el que pretenden no imponer ninguna postura sino encontrar soluciones a un problema que va para largo y en el que existe el respaldo de la ley.

Esta plataforma ciudadana reconoce que en los últimos años este área de Badajoz ha sufrido «una renovación paulatina y palpable» que sus vecinos valoran, a pesar de lo cual sigue siendo una «zona marginal», como se reconoce en la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado, el conocido como plan Dusi. Recuerdan que el Casco Antiguo está considerado Zona Saturada de Ruidos desde el 2010. El ayuntamiento sacó a principios de verano a licitación un nuevo análisis para renovar esta declaración. Esta catalogación, que SOS Casco Antiguo califica como «vergonzosa», afecta a 23 calles con 73 negocios y se han realizado estudios sonométricos que avalan tal tipificación, «por lo que queda demostrado que se vulneran, y no de modo puntual o extraordinario» las normativas.

Esta plataforma recuerda que la hasta ahora Defensora del Pueblo, en febrero pasado, remitió al ayuntamiento un listado de sugerencias, entre ellas, que se detecta un problema de aglomeración de establecimientos y se propone una mayor presencia de los cuerpos de seguridad, así como el traslado del ocio nocturno a lugares de menor densidad residencial y prohibir nuevas celebraciones en esta zona.

Este colectivo evidencia «la vulneración sistemática de leyes y ordenanzas en materia de ruidos» y que el nivel de contaminación acústica desde la tarde-noche del jueves hasta la madrugada del domingo, sobre todo en el entorno de la calle San Juan y la plaza de España, «hace imposible la conciliación del derecho al descanso de los residentes con la actividad lucrativa de los empresarios responsables». Alerta además de que este comportamiento representa «una competencia desleal» frente a los establecimientos que sí cumplen sus obligaciones. Por otro lado, aplauden la decisión del ayuntamiento por el acuerdo con el Organismo Autónomo de Recaudación (del que informó este diario) para ejecutar las sanciones ante la carencia de medios propios. Se queja de las molestias generadas por «los extensos sábados» y sus consecuencias, a las que hay que añadir que el Casco Antiguo acoge numerosas celebraciones, por lo que propone mantener sólo las que tienen «arraigo» en el centro histórico (Carnaval, Al-Mossassa, Semana Santa, Noche en Blanco y Navidad) y otras que son «fruto de la ocurrencia, la improvisación o de la mera costumbre» podrían «rotarse» con otros barrios, como San Roque, Valdepasillas, Santa Marina o San Fernando. También piden que cuando se amplíe el horario de apertura atienda «un motivo concreto, puntual y justificado» y «sea de carácter extraordinario y discriminado por la administración local».

Proponen un recuento de los negocios susceptibles de generar ruido y una reglamentación acorde que permita descentralizar los establecimientos donde se tenga en cuenta su número por metro cuadrado. Consideran que los locales del río son un lugar adecuado para la descentralización, para lo cual deberían adecentarse y instalar servicios y aseos, para convertir esta zona en Ciudad del Ocio, con la presencia además de restaurantes de comida rápida. También llaman la atención sobre la «infrautilizada» plaza de toros, que aunque privada, podría el ayuntamiento sugerir su reconversión en edificio multiusos dotado con locales de ocio y galerías en su interior con salas de exposición, tiendas gourmet y restaurantes.

Como desmenuzan los problemas que sufren, esta plataforma analiza además las molestias de la limpieza y pide adecuar este servicio al descanso de los vecinos. Cita por otro lado, que dado que el Casco Antiguo soporta tantos sinsabores, deberían sus vecinos recibir alguna contraprestación, en forma de bonificación del IBI o subvenciones para instalar medidas de insonorización e inversiones en sistemas de vigilancia, mayor presencia policial e incluso adecentamiento de sus calles. Por último, ponen sobre la mesa que se sopesen otras alternativas para la recuperación del Casco Antiguo, pues aunque pueda seguir teniendo cabida la hostelería, debería apostarse por otro tipo de servicios, relacionados con las artes, por ser además una zona donde coinciden varios centros de enseñanza y talleres de artistas y creadores.