La historia ya es conocida porque esta asociación lleva mucho tiempo denunciando los problemas de la perrera municipal, que el Ayuntamiento de Badajoz no acaba de resolver, en opinión de los responsables. En SOS Perrera ya han llegado al límite y mediante un escrito han avisado al consistorio de que van a salvar todos los perros que han entrado hasta el 17 de mayo, pero a partir de ahí van a dejar de tramitar más adopciones de los animales que van llegando hasta que mejoren las condiciones en que se encuentran estos perros, una situación que tachan de "insostenible".

SOS Perrera ha presentado un prolijo escrito en el ayuntamiento, dirigido al alcalde, Francisco Javier Fragoso, para denunciar "las irregularidades y faltas que se llevan cometiendo en perjuicio del bienestar y vida digna de los animales". La presidenta de la asociación, Patricia Gordon, y la vicepresidenta, Carmen Vega, comparecieron ayer ante la prensa para dar cuenta del "ultimatum". SOS Perrera ayuda en la perrera municipal desde septiembre del 2011. Según los datos que ofreció ayer, en el 2010 el 90% de los perros que entraron fueron sacrificados y ellos han conseguido que ahora los sacrificios sean mínimos, pues solo ocurre con animales cuyo carácter los hace peligrosos y no pueden arriesgarse a que sean adoptados.

Según contó la presidenta, han mantenido varias reuniones con la concejala de Salud y Consumo, Ana Serra, a la que han propuesto cambios de los que pocos han tenido respuesta.

Su principal denuncia se refiere a la ausencia de asistencia veterinaria, a la que obliga la Ley de Protección Animal, pues el veterinario sólo acude los jueves para colocar el microchip, la vacuna de la rabia y la cartilla. Antes de que SOS Perrera llegara también iba a sacrificar a los animales. Solían morir unos treinta a la semana y en temporadas de caza se multiplicaban. De los perros enfermos se encarga la oenegé, que sufraga la atención veterinaria.

La oenegé propone hacerse cargo de la gestión completa de las adopciones para controlar dónde van todos los perros y pide que se cree un archivo que recoja los datos de personas que entregan animales para llevar un control de futuras adopciones, pues no se pueden dejar unos para recoger otros. En este sentido, también proponen imponer una tasa de entrega en compensación por los gastos generados y que sea más elevada cuando se encuentren en malas condiciones de salud.

Son las personas que adoptan las que pagan, 50 euros, para preparar al perro, aunque solo requiera un cambio de titularidad, que cuesta 12 euros. En el 2012 se adoptaron 415 perros, que ingresaron en las arcas municipales 20.750 euros; en el 2013 fueron 545 animales adoptados, que sumaron 27.250 euros, y en lo que va de año, 257 perros que equivalen a 12.850 euros. "Pero este dinero no se reinvierte en mejoras, no sabemos dónde se invertirá", incide la presidenta.

SOS Perrera reclama que las instalaciones sean revisadas y reparadas periódicamente y que se acondicionen los patios exteriores para que puedan ser usados por los perros. Según Gordon, la mayoría de los bebederos no funcionan y están con verdín por lo que han colocado cubos metálicos con agua que están oxidados e incluso los voluntarios han sacado "gusanos" de ellos. Los voluntarios se dedican además a limpiar los cheniles y sacar a los perros a los patios interiores.

También insisten en que los perros no pueden estar desatendidos 48 horas, un punto que se ha cumplido parcialmente porque ahora una persona abre los fines de semana y algunos días por la tarde pero en jornadas festivas, la perrera no abre y no se limpia. Piden además que se desinfecten los cheniles, pues aunque fumiga Protexplagas, continuamente los perros entran parásitos y los habitáculos se limpian sólo con agua. Insisten en que durante la limpieza se saquen los perros al patio de recreo para evitar que permanezcan mojados y enfermen o mueran de hipotermia, como ha ocurrido este invierno. El ayuntamiento no contestó ayer a estas denuncias.