Mónica Rodríguez Brun tiene 31 años y es de Badajoz. Su abuela y su madre son francesas y ella habla, además de castellano, inglés, francés, italiano y ahora quiere aprender portugués. Jugaba con el equipo de voleibol de las Josefinas y no quiso salir fuera a estudiar, por lo que se decidió por Empresariales, pero al terminar entró en Magisterio, por Educación Física, rama a la que se presentó en dos convocatorias de oposiciones sin éxito. A la tercera, la vencida y con premio, pues ha obtenido un 9,69 en el primer examen y un 10 en el segundo.

¿Se considera una mujer sobresaliente?

-- Mi madre dice que soy una chica 10, y también mi novio.

¿Estas notas suponen muchos sacrificios?

-- Obtener un 10 en inglés ha costado bastante. Ha sido un año sin fines de semana. Pero ha merecido la pena, con creces.

¿Cuánta tila tomó?

-- Me tomé un complejo de tila, valeriana y otras hierbas.

¿Se queda con la pena de la Educación Física?

-- Una vez que he probado dar clases en el aula, pienso que el patio es muy sacrificado.

¿Volverá a presentarse a otras oposiciones?

-- Por ahora no. Aunque no me quiero parar aquí.