Después de casi 12 años de espera, los vecinos de Suerte de Saavedra disponen ya del centro social que Cáritas ha construido con parte del dinero donado por ciudadanos de toda España para los afectados de la riada de 1997. Por eso ayer, en el acto de recepción del edificio por parte del ayuntamiento no faltaron palabras de agradecimiento por el gesto solidario y de recuerdo para los damnificados.

El centro, que será gestionado a partir de ahora por el ayuntamiento, fue visitado por el alcalde, Miguel Celdrán, el arzobispo, Santiago García Aracil, y el director de Cáritas, José María Vega, quienes recorrieron las instalaciones guiados por el arquitecto Eduardo Escudero.

Este edificio, construido por la empresa VMZ, ocupa unos 400 metros cuadrados de superficie repartidos en varios despachos, una sala diáfana para talleres y actividades con puertas móviles que permitirán dividirla en varias estancias, una sala de juntas, aseos y un pequeño almacén. Todo ello se distribuye en una sola planta alrededor de un patrio central cerrado con grandes cristaleras.

Después de la larga espera, debido a los obstáculos burocráticos y administrativos, no se ha podido hacer el bar y la cocina que se incluyeron en el proyecto inicial, porque con el paso del tiempo todo se encareció y el dinero que se destinó, 300.000 euros, resultó escaso. Tampoco dispone el centro de espacio suficiente para una biblioteca para el barrio, aunque contará con una sala de lectura.

LOS FRUTOS El coste total de la construcción del edificio ha superado los 345.000 euros, según José María Vegas, quien reconoció que después de sumarle los intereses bancarios generados en estos años "Cáritas ha tenido que aportar otros 18.000 euros".

El alcalde espera que estas instalaciones den ahora "sus frutos" y puedan atender las necesidades sociales que surjan en el barrio. En este sentido trasladó su idea de que éste sea "un centro vivo", donde se habilitarán al menos dos despachos para que los trabajadores sociales y los equipos de familia atiendan a los vecinos.

Tras la recepción del edificio, Celdrán reconoció que habrá un "paréntesis" para poder habilitar los fondos necesarios con los que dotar el centro con el equipamiento necesario para las funciones que va a cumplir.

CONTENIDO En este sentido, la concejala de Servicios Sociales, María del Rosario Gómez de la Peña, explicó que ya se ha pedido presupuesto a una empresa para el mobiliario, en el que calcula se invertirá alrededor de 35.000 euros. Según explicó, es intención del ayuntamiento "abrirlo lo antes posible" al considerar que es un recurso muy demandado y muy necesario para Suerte de Saavedra.

Se mantendrán contactos con los distintos colectivos y agentes sociales que trabajan en el barrio para decidir cómo se ocupará el resto del espacio, aunque la concejala ya adelantó que "va a haber más peticiones que despachos, pero entre todos llegaremos a un acuerdo".

El arzobispo manifestó que dar ahora sentido a este edificio supone "un reto y una oportunidad para todas las instituciones, y sobre todo para el barrio". En su opinión, el centro social "debe estimular el buen sentido de los vecinos para cuidarlo con esmero", y debe ser "un signo del crecimiento del barrio".